La casada mal aprovechada
Fecha: 16/08/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos
... Nuria entre gemidos levantaba la pelvis para que lamiera también su ojete, no se lo lamió, metió y sacó de él la punta de la lengua y después lamió un labio, el otro y luego le clavó la lengua en el coño... El clítoris seguía erecto esperando ser lamido, pero Álvaro lo ignoraba. Cuando Nuria volvió a subir la pelvis le lamió el ojete y después se lo folló, acto seguido le clavó y sacó la lengua en el coño una docena de veces. Después lamió lentamente de abajo a arriba con la lengua plana. La lengua aplastó el clítoris y se movió con celeridad de un lado a otro, Nuria exclamo:
-¡Me corro!
Álvaro dejó la parte de arriba de la lengua encima del clítoris y metió la otra mitad dentro del coño. Nuria gimiendo movió la pelvis de abajo a arriba y de arriba a abajo y Álvaro sintió en su lengua sus contracciones y los jugos agridulces bañar su lengua.
Al acabar de correrse Nuria, Álvaro salió de entre sus piernas, se bajó de la cama, echó otras dos copas de vino y al volver a la cama y dársela, y le dijo:
-Después de tomar el vino me gustaría que me follaras y que fueras mandona y atrevida.
Nuria poniendo la copa de vino en los labios lo miró a los ojos y le preguntó:
-¿Cómo de mandona y atrevida?
-Todo lo mandona y atrevida que quieras.
Nuria bebió el vino después se quitó las ligas y las medias, y le dijo:
-Ponte boca abajo.
Se puso y le ató las muñecas a la espalda, le dio la vuelta, subió encima de él, le puso el culo en la boca y le ...
... dijo:
-Come, cabrito.
Álvaro lamió y folló su ojete. Después le puso el coño, se lo lamió cómo un perro. Al culo y al coño le siguieron las tetas, después frotó la polla en su ojete, lo puso en la entrada, y le dijo:
-Fóllalo.
Álvaro empujó, pero Nuria le apartó el culo.
-Picaste.
-Cabrona.
-De cabrona nada, soy puta, muy puta.
Aplastó el coño contra la polla y lo movió desde la base hasta el glande y del glande hasta la base. Álvaro se moría por meter, pero Nuria se quería correr frotando. Cabalgó su pierna derecha y magreando las tetas frotó el clítoris contra ella cada vez más aprisa hasta que se corrió cómo una cerda. Y cómo una cerda le pasó el coño corrido por la boca antes de volver a coger su polla y meterla en el coño. Lo cabalgó cómo una amazona, con estilo, al paso, al trote y al galope... Al rato sintió cómo Álvaro se corría dentro de su coño y cómo la polla perdía dureza, pero la tenía tan gorda y tan grande que le valía igual. Lo siguió follando, en nada se la puso dura de nuevo. A punto de correrse le dio las tetas a mamar, unas tetas grandes con areolas rosadas y gordos pezones. Sintió cómo Álvaro se corría otra vez dentro de ella y se puso mala, malita, mala. Lo cabalgó al galope de nuevo hasta que derrumbándose sobre él, dijo:
-¡Me muerooo!
Siguieron follando después de soltarlo, pero cómo había dicho al principio este es un trocito de la historia de una mujer casada en la cuarentena y muy mal aprovechada.
Quique