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Confesiones en la playa
Fecha: 17/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Miss Misteriosa, Fuente: CuentoRelatos
... santiamén. Otra pregunta me vino de golpe y sin pensar, le pregunté. -¿Cuál fue la última vez que te pusiste muy cachondo? -Ahora mismo. Mi respiración se entrecortó de repente y el corazón me empezó a latir desbocado mientras no dejaba de chorrear por debajo de mi sexo. -Me toca. ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste? -Hace dos semanas. -¿Qué te gustaría que te hicieran ahora mismo? -No sé… La verdad es que me gustaría que me besaran, que me acariciaran todo el cuerpo y me dijeran guarradas. -¿Y te gustaría…? Oímos como María gritaba mi nombre mientras la pareja venía hacia nosotros. Mi amiga me cogió del brazo y me levantó con tanto ánimo que empecé a reír como si fuera una niña. Fuimos corriendo hacia el mar y nos caímos cuando una ola nos barrió de golpe. Salimos a flote salpicándonos y jugando con el agua. Cuando nos cansamos de ese juego María se me acercó y me dijo sin preámbulos. -¿No te das cuenta de que a Juan le gustas? Hasta esa misma mañana no noté en ningún momento esa posibilidad. Siempre andaba de picos pardos con una u otra chica deambulando en algún pub. Nunca me había parado a pensar que le llegara a gustar a Juan, aunque alguna vez lo hubiera deseado con todas mis fuerzas. Esa ilusión dejé de imaginármela desde el día en que lo vi follando con dos chicas en la casa que compartíamos. Pero hoy ese deseo había vuelto a resurgir después del juego de confesiones. -Mira. Parece que viene hacia aquí -dijo María ...
... mientras se iba a la orilla. Antes de salir del agua le dijo algo a Juan tan bajito que no pude oír nada, se giró hacia mí y me guiñó el ojo con una sonrisa. Luego se fue corriendo y se tumbó al lado de Jose. Juan se fue acercando poco a poco y yo sentí más vergüenza que nunca. Me miraba como nunca lo había hecho, con tanta intensidad que sentía que me quitaba lo poco que tenía encima. Sin saber por qué, me giré hacia el horizonte y me sumergí en el agua. No sabía qué hacer pero tenía que salir a flote, si no me ahogaría. Cuando mis ojos se abrieron no vi por ningún lado a Juan. Miré hacia la orilla pero Jose y María también habían desaparecido. Sentí que estaba en un sueño cuando de repente noté que algo me rozaba la pierna. Di un respingo pensando qué bicho podría ser. Una medusa, un pez, una culebra de mar. Unos brazos me hundieron y me asusté de tal manera que di codazos y patadas con todas mis fuerzas hacia todos lados. -Joder Lucía… No sabía que tenías tanta fuerza -Juan había salido del agua y se cogía con una mano las costillas y con la otra la boca con cara de dolor, pero con una sonrisa en los labios. -¡Lo siento! ¡No sabía que eras tú! -Ya lo veo, ya. Tranquila, se me pasará en nada pero creo que me sale sangre por la boca. -Ay, no… déjame ver -me acerqué donde estaba él y al momento me cogió por la cintura y me levantó en volandas. Yo no paraba de gritar y de pegar manotadas contra su espalda mientras él corría por la orilla del mar. En todo ese ...