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Confesiones en la playa
Fecha: 17/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Miss Misteriosa, Fuente: CuentoRelatos
... rato no dejamos de reír hasta que él dio un traspié y caímos de bruces contra el agua y la arena. Dimos algunas vueltas enredándonos entre las olas, hasta que caí encima de él. Estábamos tan juntos que su cuerpo y mi cuerpo acoplaron de manera perfecta. Sus ojos no paraban de mirar mis labios. En vez de besarme como esperaba que hiciera me tiró boca arriba y él se puso encima de mí. Me cogió de las muñecas y me las colocó en la arena mojada. Se acercó poco a poco y me susurró al oído: -No sabes las ganas que tenía de estar encima de ti. Antes me has hecho que se me pusiera dura como un pepino. Mi corazón latía a mil y aunque el agua estaba fresca sentía mucho calor, sobretodo en el bajo vientre. Cerré los ojos y él me beso la nuca con suavidad. Mis brazos aún seguían inmóviles y aunque intentaba levantarlos Juan me los apresaba contra la arena. Siguió el ascenso hasta la oreja izquierda y me dijo: -Me estás poniendo muy cachondo. Cuando una vez más pasó su mirada sobre mis labios, me armé de valor y le besé. No fue muy largo porque de repente una ola nos sacudió por encima y nos atragantamos. Medio tosiendo medio riendo se me ocurrió mirar donde estaban nuestras toallas. José y María seguían sin aparecer. -¿Dónde han ido estos dos? -Me ha dicho María que nos dejarían a solas- dijo Juan más serio de lo normal. Hacía meses que conocía a Juan. Nos habían presentado unos amigos de la universidad a principios de curso y como los dos buscábamos piso ...
... decidimos alquilarlo juntos. Habíamos pasado de todo juntos y al principio conectamos de un modo asombroso, aunque nunca hubo un acercamiento tan claro hasta entonces. Le miré directamente. Su mirada era profunda y salvaje. Notaba como volvía ese repiqueteo en el pecho y las vibraciones en el estómago. La situación había dado un vuelco y ya no era sólo yo quien esperaba a que él se acercara. Los dos sentíamos una atracción repentina que igual podría haber surgido hace tiempo pero que ninguno había querido sacar a relucir. Seguíamos acostados en la arena pero ahora nos separaban dos palmos de distancia. Juan acercó su brazo a mi hombro, deslizó su mano por el pecho un segundo y empezó a acariciar mi vientre, mi espalda y mis piernas. Se acercó un poco más y me dio un beso. Esa vez fue mucho más lento y eléctrico que el anterior. A medida que su boca y su lengua se acomodaban noté como todo mi cuerpo pedía más y más. Empecé a jadear y acercarme mucho más a él. Puse mi pierna encima de su cintura apretándole contra mí y cogí su pelo corto por detrás estirándolo hacia abajo. -Lucia… si sigues así voy a tener que quitarte el bikini y follarte aquí mismo. Sonreí mientras le besaba en el cuello y sentía una especie de remolino por todo el cuerpo. -Joder. Me estás poniendo… demasiado. Te cogería ahora mismo y no te dejaría hasta que te corrieras -me dijo Juan con voz ronca. Al momento siguiente me metió la mano entre las bragas y un dedo dentro de mi coño. ...