Mi hermana, mi ama 2
Fecha: 29/06/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... doña Mercedes. Disimulamos como pudimos, pero nos había visto, aunque no dijo nada. Al día siguiente le pregunté al señor y me dijo que no había problema, su mujer sabía lo nuestro desde hacía mucho y lo toleraba, pero que al vernos le picó la curiosidad y quería participar. Me preguntó si aceptaría que estuviera presente, le dije que era raro, pero que aceptaba. — No me digas que te follaron los dos. — Pues sí. Y no una vez, fueron muchas y lo pasábamos muy bien los tres. La señora me hacía comerle el coño y ella a mí, mientras el señor elegía a cuál de las dos nos la metía, alternaba, pero la mayoría de las veces se vaciaba en mi conejo, como él decía, por miedo a dejar preñada a la mujer. Yo, con el aborto, quedé estéril, podía descargar las veces que quisiera sin peligro. Por cierto, el aborto creo que fue de él. Por aquella época era el único que me lo hacía, pero no le dije nada. Haber tenido el niño hubiera sido un desastre, sobre todo con tu padre. — ¿Por qué? Padre lo sabía ¿No? — Si y no… Tu padre sabía lo que sabía, pero no mucho. Creía que habían sido dos o tres veces nada más. Desconocía que lo hacía a diario y con muchos. No llegó a enterarse del embarazo… El médico también me la metía de cuando en cuando. Al enterarse me dijo que debía habérselo dicho a él, antes que poner en peligro mi vida en manos de una sabia. Lo arregló todo para que pasara por una operación para extirpar quistes ováricos… Tu padre nunca lo supo. Tendidos, abrazados, lame mi cara, ...
... acaricio su poblado pubis, peino el vello con mis dedos y abro la oquedad de su sexo. Acariciándolo, subo a su cuerpo, hasta posar mi boca sobre los carnosos labios de su vulva, su vello acaricia mi barbilla, su aroma invade mis fosas nasales, su boca acaricia mi verga con maestría. Estoy muy excitado. Lame, chupa, traga. Voy a correrme en su boca, se lo digo para que se aparte pero ella se aferra a mis glúteos, no puedo separarme y descargo en su garganta. Ha sido todo tan rápido que me da vergüenza. Me sonríe con dulzura. Hace que me tienda a su lado. Lame mi cara, sus manos mesan mis cabellos, mira mis ojos. Me besa. Siento un amor infinito. Con Lidia no es igual. Ella es violenta, agresiva. Disfruta con mi dolor, busca solo su satisfacción, sin importarle la mía, pero madre no. Madre me da placer y no pide nada a cambio. Quiero hacerla feliz. Sobre su cuerpo, el calor, la suavidad de la piel bajo mi piel, el miembro se tensa de nuevo, está entre sus muslos. No precisa guía, al enderezarse, entra solo en la suave y dulce vagina que me alumbró. Sus brazos estrechan mi espalda, sus piernas se abren y rodean mis nalgas, aprisionándome, empujándome con sus talones, para que la penetración sea más y más profunda. Se mueve, suavemente, el vaivén de sus caderas me enloquece. Me sumo al ritmo, sincronizamos nuestros movimientos. Mis manos, asiendo sus pechos, pellizcando los pezones, mi boca en su boca. — ¡Madre, te quiero! ¡Me vuelves loco! ¡Estoy dentro de ti, dentro de tu vientre! — ...