1. Atormentando a mi hombre


    Fecha: 04/09/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... bikini, introdúcela bajo el elástico. No uses las manos. Mete tu nariz y justo ahí, sumérgela a tope y llénate de mi aroma.
    
    Estás desesperado, casi no puedes contenerte y quieres aferrarte a mis nalgas, introducir tus dedos por todos mis rincones, chupar mis jugos. Pero al intentarlo, sientes un sorpresivo azote sobre tu espalda. Mi pequeño látigo de cuero de tiras delgadas es ruidoso y deliciosamente doloroso. ¡No desobedezcas! Ahora ya sabes lo que te espera si no haces sólo lo que yo digo.
    
    Estás gimiendo de ganas y temblando de excitación. Con mi tacón sobre tu hombro te empujo y jalo la correa para que te incorpores.
    
    Frente a frente, dejo fluir una oleada de lujuria. Agarro tu verga, la aprieto y froto con rudeza, tomo tus huevos y los aprisiono entre mis manos, muerdo tu boca, succiono tu cuello, aprieto tus tetillas y araño tu pecho. Tu respiración agitada y el semen que se te comienza a escurrir, me indica que estás a punto de explotar.
    
    Pero acabar no te está permitido y además de nuevo intentas tocarme, por lo que recibes un par de azotes sobre tus nalgas, pero que alcanzan a darte en el pene que ante el estímulo, se endurece a un extremo casi doloroso y nuevamente amenaza con derramarse, por lo que recibes más azotes.
    
    Bebo más vino y ...
    ... vuelvo a hacértelo tomar de mi boca, otra vez y otra vez. Percibo el calor de tu aliento y tu cuerpo; tan calientes que pareces tener un incendio por dentro .
    
    Jalo la correa y hago que me sigas hasta donde está el soporte de una televisión empotrado a la pared. Ahí amarro la correa y quedas atrapado con los brazos hacia arriba y la verga apuntando hacia mí. Tus huevos colgando se me antojan y los amaso mientras juego con a retirar mi boca de la tuya cada vez que estás a punto de llegar a ella.
    
    Me siento sobre un sillón frente a ti, y pongo una de mis piernas sobre el descansabrazos. La abro y la cierro mientras acaricio suavemente mi látigo. Dejo que me disfrutes mientras yo también gozo con lo que veo. Tu pene grande y grueso sigue duro como el acero y tu pecho, sube y baja con rapidez.
    
    Me aproximo a ti y te vuelvo a dar vino de mi boca. Hundo los dedos en la copa y te los doy a chupar, luego recojo con ellos el semen que irremediablemente ha comenzado a brotar de tu miembro.
    
    Regreso al sillón y abro las piernas, hago a un lado el bikini y acaricio la entrada de mi vagina y sus labios, antes de introducir profundamente mis dedos llenos de ti. No paro de mirarte a los ojos mientras tú, luchas por liberarte de la correa que te impide llegar a mí... 
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