1. Ana: Un día más en el trabajo


    Fecha: 07/09/2023, Categorías: Infidelidad Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos

    ... disposición.
    
    Retomo a Ana por la cintura, la apretó contra sí, ella se dejó querer, no oponía la más mínima resistencia, teniéndola así por la cintura, Rod abrió el clip que sujetaba la parte posterior de la falda, hizo descender el cierre, y abrió la cremallera que iba de la cinturas hasta la mitad de las nalgas de Ana, sus anchos dedos entraron entre la piel y la prenda y esta cayo de un solo golpe hasta los talones de ella que seguía ensimismada con los besos del garañón que quería montarla, Ana estaba ya, frente al desconocido llevando solamente el brassiere y las pantis que hacían juego, y los zapatos de tacón de aguja que tanto resaltaba sus delgadas pero bien formadas pantorrillas.
    
    Ana no podía pensar, solo reaccionaba, y los movimientos de Rod eran expertos, no bien acababa de retirarle la ropa, cuando sus manos ya copaban su trasero abarcándolo completamente, los dedos magreaban con destreza la carne de Ana, uno de los largos dedos estaba cerca de su diminuto ano, y desplazándolo levemente supero la delicada barrera de tela de la pequeña tanga blanca con encaje al frente, y toco esa parte tan privada de ella, miles de terminales nerviosas conjuraron para que de su garganta brotara un quejido un poco más gutural, el dedo ancho y tosco de su amante desconocido estaba tocando la entrada de su ano, y abriéndose paso ligeramente en la entrada de mismo, mientras que con el resto de la mano y con la otra levantaban a la delgada mujer en vilo, ella abrió las ...
    ... piernas y rodeo la parte baja de la espalda de él, Ana estaba en contacto completo con su amante, besándolo con deseo, sintiendo la punta del dedo dentro de su apertura más íntima, el giro completamente, así, desnudo con su tremendo tolete al aire, ella con sus delicadas pantaletas ya habían sentido la dureza de esa barra de carne, y ahora el acomodo a Ana de una manera en que con ella en vilo, su enorme verga hacia contacto con su vagina, mientras no cesaba de besarla y de dedearle el ano, la llevo así, elevada hasta la orilla de la cama donde siguió besándola con furor, ella gemía más fuerte, y el decidió bajarla y dejarla sentada en la orilla del lecho que los esperaba.
    
    Ana sintió como el poderoso amante la posaba con delicadeza sobre la cama, ella sonrió coqueta, estaba contenta y si dos horas antes alguien le hubiera dicho que en poco tiempo estaría en el hotel de enfrente de su trabajo en ropa interior y a punto de ser penetrada por un hombre de color seguramente le hubiera mentado la madre al que le hubiese sugerido tal locura.
    
    La enorme verga de Rod que permaneció de pie totalmente desnudo a la orilla de la cama, quedo a la altura de la cara de Ana, ahí estaba el miembro que había sentido recargarse contra su hendidura, estiro la mano, y la tomo, era ¡enorme! Los largos dedos de Ana apenas abarcaban el diámetro del poste que Rod tenía pegado en la entrepierna, sin pensarlo, y teniéndolo frente a ella, un enorme deseo de metérselo en la boca la llevo a desdibujar la ...
«12...789...14»