Ana: Un día más en el trabajo
Fecha: 07/09/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos
... brotado de un hombre de color de aproximadamente 30 años, vestido impecablemente y con un rostro inusualmente cuadrado para un tipo de su extracción étnica, era un tipo muy agradable a la vista, pero definitivamente impertinente e ignorante de que, obviamente, ella hablaba inglés y había entendido a la perfección sus vulgares palabras ¿o seria que lo había dicho voz en cuello para que ella lo escuchara?
Ana siguió su camino hacia adelante, y se paró a un costado de la puerta que conducía al privado, los primeros siete hombres desfilaron frente a ella y al último el hombre de color que la había intrigado con su desparpajo e irreverencia, al pasar frente a ella, sonrió mostrando una amplia dentadura blanca y le guiño un ojo al tiempo que se inclinaba ligeramente para susurrarle en inglés: “eres divina, me encantaría cogerte”. Ana abrió desmesuradamente los ojos ante el improperio y frontal insinuación, el, indiferente a su reacción siguió su camino rumbo a la larga mesa donde departiría junto a sus compañeros de empresa, y sin poder evitarlo, Ana vio su ancha espalda, sus enormes nalgas, sus amplias manos, y ese aroma fuerte pero no desagradable que emanaba de su piel obscura.
Recompuso figura, dio la vuelta y se enfilo hacia la recepción para continuar con sus labores, ya que, una vez que ella conducía a los grupos hacia los salones privados, eran los meseros quienes se hacían cargo de la atención al cliente, y ella como anfitriona debía regresar a la puerta y seguir ...
... recibiendo clientes, sin embargo, algo de color obscuro en ese grupo en particular había llamado la atención de la mujer, que, dentro de ella seguía pensando en las atrevidas palabras del negro, y su actitud despreocupada e insinuante, Ana pensó, ¡mira nada más que clase de cabrón es este tipo! Diciendo que quiere cogerme cuando ni siquiera me conoce, ¡apenas acaba de verme y ya me quiere llevar a la cama! Una vocecilla interna, casi desapercibida para su conciencia sonaba detrás de sus airadas protestas, y esa diminuta voz le decía casi vulgarmente: está bien bueno, ¿Qué se sentirá que te coja un negro? Ana se sorprendía de las palabras que su propio pensamiento expelía, ¿será rico que te la meta toda? Ana agito un poco su cabeza y trato de desviar su atención ya que, esa voz interna y lujuriosa había superado en muy poco tiempo a sus propias quejas ante el descaro y poca educación del moreno que estaba en el salón privado.
Pasaron quince o tal vez veinte minutos, Ana se quitó los malos pensamientos de la cabeza y siguió con su labor cotidiana en el trabajo, sonrisa, al recibir a los comensales, y guiarlos cortésmente a su mesa, regresar a la puerta y continuar con una buena actitud, hasta que le toco guiar a una mesa de cuatro personas que estaba ubicada exactamente en la puerta del salón donde estaba el negro que la había hecho pecar mentalmente, quiso evitar dirigir su mirada hacia el interior del salón, pero no logro hacerlo, volteo, y oteo en la distancia para ubicar al ...