Encuentro casual al entregar un paquete de trabajo
Fecha: 08/09/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Avedepaso, Fuente: CuentoRelatos
Llegué a entregar un paquete, como formalidad, llevar vestido y zapatilla era menester. Abrió la puerta, recibió el paquete y me invitó un café, eran cerca de las 9 de la mañana, no estaba de más un pequeño alto antes de continuar el trabajo.
Todo el tiempo nos hablábamos de usted, la formalidad no debía perderse en ningún momento.
Su sonrisa era cautivadora y la mirada inquietante, la manera que bebía el café era insinuante y muy sensual, mi imaginación voló y dibujaba en mi mente su virilidad extrema.
Se acercó y rozó mi cuello con sus labios, discretamente miré hacia abajo y percibí una erección incipiente a través de su pantalón... Qué ganas de rozarlo apenas, pero me contuve, en cambio no resistí la intención de provocarlo y le dije que había algo que me estorbaba, metí la mano debajo del vestido y retiré las bragas de manera incitante.
Simplemente su mirada se prendió, me tomó de la mano y me condujo a la sala... Desabrochó el cinturón mientras me preguntaba que cómo estaba...
¡Grandiosa pregunta!
¡Me estaba excitando ante tal provocación!
Bajó el cierre y dejó entrever la punta de su pene mojada con una gota lubricante y en extremo atractiva, lo miraba incrédula, mis pezones erectos se veían marcadamente a través del vestido, empezaba a sentir húmedo entre mis piernas, me acerqué para tocarlo con la lengua pero se retiró, me fascina que me provoquen así y ese perfecto desconocido lo hacía muy bien.
Se sentó dejándome ver en plenitud una erección ...
... máxima, estaba lubricado, se veía magnífico.
Me acerqué, me hinqué por fin para lamerlo y extender esa gota deliciosa por toda la punta, lo recorrí todo pero sin hundirlo aún en mi boca, ahora me tocaba extasiarlo hasta que rogara por estar dentro de ella...
La humedad que provocaba en mí estaba al máximo...
Sus labios se abrían y su lengua me llamaba...
Nos besamos intensamente, sentía su lengua moverse dentro de mí boca e imaginaba su presencia viril dentro de mí, sabría que eso me fascinaba?
¿Que tenía ese hombre que sin siquiera saber más nada de él ya me había cautivado?
Magistralmente movía sus manos en mi cuerpo, me tocaba las nalgas, movía mis senos con tal vehemencia y suavidad que me reventaba de placer, la lubricación al máximo!
Lentamente me recostó en el sofá, me levantó el vestido, recorrió con sus dedos los labios vaginales hinchados de placer y plenamente mojados, pasó su lengua entre ellos haciéndome gemir tremendamente, veía su gran erección, firme, hermosa, me incorporé, lo lamí, lo recorrí lentamente y lo hundí hasta el fondo de mi garganta una y otra vez, simplemente delicioso!
Gozaba en plenitud esa verga firme en mi boca, lo excité al máximo, gemía riquísimo, un regalo a mis ojos y oídos y un estímulo perfecto para tenerme súper prendida, estábamos deseosos de todo!
Yo ansiaba me penetrara pero él detenía ese maravilloso momento.
Nuestros cuerpos se movían cadenciosamente y nuestras manos acariciaban, estimulaban, hurgaban ...