El bufete del sexo
Fecha: 14/09/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... si tienen habitación.
Qué suerte, pensé. Me acerqué a recepción y pregunté. No les quedaban habitaciones libres, pero si una suite. La cogí, me iba a costar un dinero, pero no era cuestión de desaprovechar la ocasión con semejante mujer. Volví a por ella y subimos a la suite.
Tras cerrar la puerta comenzamos a besarnos con un enorme deseo. Me quitó la chaqueta y la dejó caer al suelo. Había comenzado a empalmarse con los besos. La abracé poniendo mis manos en su culo, mientras seguíamos besándonos.
- ¿Te gustan las mujeres maduras?
- Me gustan las mujeres y las mujeres maduras me resultan especialmente excitantes.
Se dio la vuelta para que le bajara la cremallera del vestido, cuando lo hice lo dejó caer a sus pies y se volvió de nuevo hacia mí. Llevaba un conjunto de sujetador y tanga blanco de encaje, que la hacía muy deseable. Bajo el sujetador se apreciaban unas hermosas tetas. Me soltó la corbata, me desabotonó la camisa y me la quitó, luego me lamió y me mordió los pezones. Yo me quité los zapatos y me solté el cinturón y el pantalón, dejándolos caer. Estaba totalmente empalmado bajo los boxes. Me senté en un sofá para quitarme los pantalones y los calcetines. Cuando terminé de hacerlo la atraje hacia mí de frente.
- Eres una mujer muy atractiva –le dije besándole el vientre-.
- Gracias.
- Ven aquí –le dije, indicándole que se pusiera de rodillas sobre el sofá con mis piernas en medio-.
Ella lo hizo, me volvió a besar, metió su mano bajo los ...
... boxes y me cogió la polla. Yo baje la cabeza y le besé las tetas. Llevé mis manos a su culo y se lo acaricié, luego las subí para soltarle el sujetador. Ella lo dejó caer sobre sus piernas y yo lo eché a un lado. Tenía las tetas muy blancas, contrastaban con el moreno de su piel, las areolas grandes muy rosadas y los pezones muy duros. Se los mordí suavemente y ella suspiró. Su mano se movía suavemente sobre mi polla.
- Levántate para que pueda quitarte el tanga.
Se puso de pie dándome la espalda. Le besé el culo que lo tenía muy duro, debía ir con asiduidad al gimnasio, y le fui bajando el tanga. Tenía también una parte del culo muy blanco, por la marca del tanga del biquini que debía utilizar. Le di luego la vuelta, tenía un pequeño triángulo de vello muy corto en el monte de Venus y el resto del chocho completamente depilado. Se lo besé y ella volvió a suspirar.
- Eres preciosa –le dije-.
- Levántate.
Me levanté y ella ocupó mi sitio, me quedé frente a ella. Cogió mis boxes por la cinturilla y me los quitó, haciendo que mi polla rebotase contra mi barriga. Yo llevaba el vello púbico muy corto. Volvió a cogerme la polla, mirándome a los ojos se la metió en la boca y me cogió los huevos, entonces fui yo quien suspiré sin apartar mi mirada de sus ojos. Mamaba de maravilla y me producía un enorme placer con sus labios y su lengua.
- ¿Cómo te gusta follar? –Le pregunté-.
- Mucho y bien, esas son mis únicas condiciones.
- Entonces como a mí. Vamos a la ...