El bufete del sexo
Fecha: 14/09/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... era impresionante. Me quedé mirándolo. Sus apretadas nalgas eran grandes y muy respingonas de un bello tono mulato y parecían brillar.
- ¿Le gusta mi cola? –Me preguntó-.
- Creo que nunca te habrán contestado que no a esa pregunta.
Se acercó a mí que me había sentado en la tumbona y me dio la espalda para que pudiera contemplar mejor su culo.
- Cójamelo si le apetece. –Me dijo-.
- Hazlo, es un auténtico placer hasta para mí. –Dijo Susana-.
Puse mis manos en el culo de Yesica, era muy suave y estaba duro como una piedra. Se lo bese y traté de morderlo, pero su dureza me lo impedía. Se puso de rodillas sobre la tumbona con su culo hacia mí.
- Cómame el culo. –Me dijo-.
Me puse detrás de ella, le abrí las nalgas con las manos y puse mi lengua en su ojete. Ella suspiró. Susana no nos quitaba ojo y había empezado a acariciarse su chocho y sus grandes tetas. Con la lamida que le estaba haciendo a su ojete, se le distendió.
- Métamela por el culo, me encanta.
Me acerqué a ella, puse la punta de mi polla en su ojete y lentamente y sin dificultad la fui introduciendo hasta el final. Susana se acercó a nosotros y después de besarme en la boca, se colocó con las piernas abiertas delante de Yesica, que no tardó en empezar a comerle el coño. ¡Que dos mujeres! Pensé, mientras bombeaba dentro de su culo y le daba azotes con mis manos en sus nalgas. Yesica empezó a acariciarse el clítoris y Susana a sobarse sus grandes tetas. Yesica apretaba y distendía su ...
... ojete a voluntad produciéndome un placer enorme.
- ¡Siga joven Carlos, que me voy a correr! –Gritó Yesica-.
Incrementé el ritmo con el que la estaba bombeando y ella incrementó el ritmo de sus caricias en su clítoris.
- ¡Ahora, ahora, me corro, me corro, que bueno, aaaagggg! –Gritó de nuevo al poco tiempo y vi como le caía un denso hilo de flujos de su chocho-.
- Yesica sigue comiéndome el chocho. –Le dijo Susana-.
- Póngame la polla entre las nalgas y sabrá lo que es una paja de mulata. –Me dijo Yesica-.
Le saqué la polla del culo y se la puse entre sus duras y grandes nalgas. Yesica las cerró y me dejó atrapada la polla entre ellas, empezando a moverse adelante y atrás. Era como una paja cubana pero con el culo. Ver el culo de Yesica y las tetas de Susana mientras se las amasaba me tenían loco. ¡Joder con las latinas!
- ¡Me voy a correr, no pares Yesica, sigue comiéndomelo! –Dijo Susana, que cerró sus ojos al correrse-.
No pude más y me corrí sobre la espalda de Yesica sin sacar la polla de entre sus nalgas. Nos quedamos un rato en la tumbona y después nos fuimos los tres a la cama. El resto del fin de semana fue de puro sexo o me asaltaba Susana o me asaltaba Yesica o lo hacían las dos juntas.
El lunes a primera hora Susana concertó una cita con el director nacional de la agencia inmobiliaria, un tal Pedro, para esa misma mañana a mediodía en sus oficinas.
- Hola Susana, ¿qué te trae por aquí? –Dijo Pedro al entrar en la sala de reuniones donde le ...