Mi alumna me seduce y roba a mi familia 2 - Relatos Eróticos

Mi alumna me seduce y roba a mi familia 2

... cafetería y le preguntó qué cuándo se verían para finalizar lo que habían iniciado en la cena en mi casa. 
Ese mismo día, se vieron en el baño de la universidad. Philipe besó a Teresa en la boca, la desnudó sin importarle que alguien pudiera entrar y la empotró en la encimera del lavamanos. La penetró con furia, mientras Teresa le pedía más. Las tetas de la muchacha brincaba por la fuerza con que Philipe la penetraban y ahí fue donde terminó la corrida de mi hijo: en las grandes y firmes tetas de mi alumna.


Cómo dije, a Teresa no le costó trabajo seducir a los dos hombres, pero lo que fue verdaderamente brillante fue la manera en la cual los convenció de que el otro la buscaba, pero ella no estaba interesada. A Richard le contó que Philipe la acosaba constantemente en la escuela y aunque era incómodo no podía dejar de asistir a sus clases. En cambio, a Philipe le platicó que su padre era un viejo rabo verde, que desde la cena en mi casa la buscaba en los lugares más insospechados y que hasta le había ofrecido dinero por mamarsela. Yo noté el distanciamiento entre ambos, pero jamás imaginé que era parte del plan de Teresa. Sin embargo, su golpe final fue contra mí y jamás me lo imaginé.
Teresa le dijo a los dos hombres que yo me había aprovechado de ella. Según ella, yo me ofrecí a llevarla a casa, ahí la obligué a tener sexo, diciéndole que si no lo hacía me encargaría de que la corrieran de la universidad y le quitaran la beca. Richard y Philipe tuvieron sus dudas, ...

... pero Teresa les aseguró que yo tenía guardada una fotografía que de vez en cuando usaba para recordarle nuestra aventura y que estaba en mis manos.
Recordarán que esto empezó por un chantaje de Teresa hacia mi, precisamente por unas fotografías y aunque, cuando las recuperé las rompí casi todas, decidí conservar una en la que mi alumna estaba comiendo mi coño, la cual la guardaba entre mis papeles de la universidad. Una tarde, cuando llegué a casa, me topé con que los dos hombres encontraron la fotografía, ambos estaban indignados de que hubiera sido capaz de cualquier cosa. Me dijeron que ya habían avisado a la universidad sobre mi reprobable comportamiento y que no querían volver a verme, por lo que me exigieron que me fuera de la casa.
Me fui totalmente humillada y busqué a Teresa en su departamento, Teresa era mi único consuelo y la mujer que amaba y que creía me amaba a mí, porque no tenía idea de que todo esto era parte de su plan. Ella me consoló y dijo que se encargaría de resolverlo, acudiría a mi casa y aclararía todo. Mientras ella hacia eso, me pidió que me quedara en su departamento.
Confíe en Teresa y esperé, pero tras varias horas pensé en que algo podría haberle pasado. Conduje hasta mi casa, corrí hacia la puerta, pero me detuve al ver por la ventana a Teresa y Richard besándose en la sala, mi esposo disfrutaba con sus manos del firme cuerpo de Teresa. Con una agilidad que no le conocía, mi esposo la empujó contra el sofá, de cara a la ventana, la preparó ...