1. Relatos eroticos Esposos complices cap 17


    Fecha: 11/10/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Chacri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Amigos, espero les esté gustando todos los relatos de mi vecina wue sabe la vida de todo el barrio y von mucho gusto  la difunde para que disfrutemos de ello. Aquí va otro que les narrare en primera persona.
    
    Soy una mujer sensilla de 38 años, de 1.55 mt delgada, tez blanca, todavía arranco silbidos en la calle. Casada con dos hijos hombres de 16 y 15 años y trabajo en un local comercial al cual voy en bus todos los dias.
    
    Mi esposo blanco 1.70 un alma de Dios, un hombre muy bueno que como todo matrimonio trats de sacar adelante su hogar a costa de mucho sacrificio, tezon prro sin dejar de lado algunos pecadillos que hacemos juntos o separados pero cumpmiendo la promesa de contarnos todo. El trabaja de Tecnico en una empresa de comunicaciones que queda fuera de la ciudad porveso se lleva el unico auto que tenemos.
    
    Mis hijos estudian la secundaria en el mismo colegio y se van juntos en el mismo bus que va en dirección contraria a mi centro de trabajo. Son buenos chicos y se protegen todo el tiempo y se ayudan mutuamente.
    
    Les cuento que en mis viajes diarios en el bus que viene repleto de pasajeros, diariamente tengo que lidiar con mañosos que se me pegan por todos lados. Aveces siento su pinga en el culo, por las caderas, a veces por la concha, hasta las he sentido por mi espalda, por mi nuca y todas ellas bien duras y a veces mojadas.
    
    Me he visto forzada a gritarlos, abofetearlos, darles de golpes y siempre aparecen estos tipos, algunos ya me conocen y murmuran ...
    ... que estoy loca pero ya no se me acercan, pero siempre hay uno que otro tratando de darse gusto conmigo.
    
    Resulta que en una oportunidad sentí en mi culo una pinga dura y volteé para gritarlo o golpearlo pero era un jovencito estudiante, me miró entre asustado y gozozo e inmediatamente bajo la mirada pero no se despego, yo no sabía que hacer y lo deje como estaba hasta bajarme en mi paradero con el rostro rojo de cólera.
    
    Al dia siguiente volvió a pasar lo mismo, lo sentí en mi culo y volvi a quedarme quieta notando que se sentía mas confiado pegandose y acomodanse mejor en mi trasero.
    
    Comense a pensar si los hombres nacian enfermos sexuales o nosotras las mujeres nos falta ese deseo para gozar más del sexo opuesto. Pero si definí que lo que sentía era pena por ese jovencito que buscaba algo de placer a costa de pasar verguenza.
    
    El dia viernes lo volví a sentir y estaba bien pegado a mi y por la seguridad que tenía, esta vez no sólo se pegó sino que hasta se movía. Nadie se percató por los baches del camino y por que pensaban que era mi hijo.
    
    Como los fines de semana tenemos tiempo con mi esposo nos contamos lo sucedido y comentandole éste episodio me dijo que a esa edad las hormonas están alborotadas y que despues pasaría. Bueno fuera que a esa edad encontraran alguien que les ayude o una noviecita liberal haciendo asi más tranquila su vida.
    
    Le pregunté como debería actuar yo
    
    Me respondió, mujer debes hacer lo que te mande la razón y tu corazón, sabes que ...
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