La esposa fácil, un fin de semana caliente. - Relatos Eróticos

La esposa fácil, un fin de semana caliente.

... manosearnos de nuevo, yo casi no podía sentarme pero quería más, y nos fuimos a la ducha, lo hice sentar en el borde de la bañera, le coloque shampoo en el pene y algo de agua hasta dejarlo muy resbaloso, me di vuelta coloque mis manos en cada nalga y las separe para sentarme sobre su enorme pija que obviamente no me entró, demasiado gruesa.
"nena, no va a entrar, tu ojete es muy cerrado"
"trata, quiero que me cojas  por el culo, nunca lo he hecho" pero no pudo y tuve que hacerlo venir en mi boca, cosa que me encanta. Bien entrada la noche llegue  casa, casi no podía ni hacer pis, pero la verdad no había mujer más satisfecha y feliz. Sin saber que al día siguíente iba a conocer al que me iba a realizar mi fantasia anal con toda.