1. Mi amo de internet resulta ser mi papá


    Fecha: 08/11/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi nombre es Elena, pero todos me dicen Lena. Tengo 21 años, mido 1.67, soy delgada, morena y según dicen todos los hombres que me conocen, estoy muy buena: grandes tetas y buen culo. 
    Desde hace unos meses he tenido curiosidad por relaciones más posesivas. Todo comenzó cuando estaba con un chico, éste estaba tan emocionado cogiendome que simplemente me empezó a decir "puta" mientras me daba más fuerte, eso me prendió pero también hizo que me preguntara por qué me gustaba, como la mayoría de mis amigas son unas persinadas, preferí recurrir a internet e intentar disipar mis dudas. Encontré un foro en donde hombres con experiencia te daban iniciaciones para ser sumisa, así fue como conocí a mi dueño. 
    Mi amo era paciente, no tenía prisa en dominarme, pues sabía que cada minuto que dilataba su posesión me hacía tener más ganas de ser suya. Primero hizo que le describiera cada parte de mi cuerpo, para después ordenarme que explorara con mis manos mi piel. Toqué así mis pies, subiendo por los muslos, la cadera, los pechos, mi cuello, pero él siempre evitaba deliberadamente el coño, que escurría con cada palabra de mi amo. 
    Después hizo que empezara a explorar la seducción con otros hombres. Fui a diferentes lugares a intentar despertar el deseo en la gente que atendía, desde el señor de la tienda de la esquina, hasta uno de mis profesores. Así aprendí a seducir con la mirada, mostrando centrimetros estratégicos de piel, usando una voz suave al hablar. Al final, me iba ...
    ... contentar viendo cómo a través de los pantalones de mis víctimas se notaba una gran erección.
    Mi siguiente parte del entrenamiento fue ir a una fiesta familiar y seducir a algún miembro político de la familia. Elegí al esposo de una de mis primas. Ese día nos besamos en la cocina, mi "primo" quería empotrarme en la encimera, pero mi coño estaba destinado para mi amo, así que se tuvo que conformar con una mamada.
    Después de todos estos episodios, que duraron meses, mi amo observó con gusto que estaba lista para ser usada por él, por fin lo conocería.
    Así pues, la cita se concertó en un elegante bar de la ciudad. Mi amo me ordenó explícitamente qué ponerme: nada de ropa interior, un vestido negro ligero y corto, tacones plateados y la melena suelta. Me arreglé siguiendo al pie de la letra las instrucciones y decidida a servir a mi dueño fui al bar. 
    
    
    El bar era un sitio elegante, distinguido, estaba iluminado muy tenue con lámparas ámbar. No había nadie, sólo el bar tender que limpiaba sin ganas unos vasos. Me senté en la barra a esperar, tal como me había dicho mi amo. El bar tender, sin decir nada, me preparó una bebida, diciendo que el señor lo había determinado así. Yo no supe quién era el señor, pero empecé a beber de una copa igual de elegante que el lugar. 
    Los minutos pasaban y yo tenía que mi amo no llegara, pero me preguntó entonces por qué dedicaría tantos meses a su puta si no la iba a usar. Al cabo de unos minutos ví entrar a un hombre, las luces bajaron, solo ...
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