ME ESTRENARON LA PUERTA TRASERA
Fecha: 19/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Lorena Mireles, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
ME ESTRENARON LA PUERTA TRASERA ¡DE QUÉ MANERA!
La verdad que ese día me sentía muy sexy y me vestí muy provocativa. Estábamos de vacaciones en un hotel en la playa, fuimos a cenar, luego a un bar. Luis, mi marido, estaba muy guapo y sensual, tenía un buen instrumento, como de 18 centímetros, bastante grueso, cabezón y venudo con dos bolas bamboleantes. Yo saboreaba la noche de pasión, estaba bien cachonda, desgraciadamente tomó sin control.
Mientras él tomaba, había varios hombres que me devoraban con la vista, entre ellos un hermoso negro con cuerpo atlético y un gran bulto en la entrepierna. Yo quería no mirarlo por respeto a mi marido, sin embargo, mi vagina mojada me lanzaba a mirarlo de reojo o de manera descarada. Él lo notó y me miraba con lujuria. Cuando mi marido casi estaba ebrio le dije que me sacara a bailar, no quiso, le pedí permiso para bailar con otro hombre, de mala aceptó. Le hice una seña al negro, el cual se acercó y me invito a bailar, me fui con él, durante el baile lo provoqué hasta hacer que su bulto se notara descaradamente. De espaldas le restregué mi culo en su paquete sintiendo que allí mismo me le entregaría. Salió una pieza para bailar pegados, me retiré de la vista de mi marido y permití que me toqueteara con sus manos el trasero, yo estaba bien mojada, nos besamos con intensidad y le dije que estuviera pendiente.
Me fui con mi marido, cada vez estaba más ebrio, le di más vino hasta que perdió el conocimiento. Le hice una seña al negro y ...
... entre los dos lo condujimos al cuarto, lo acostamos, nos enjuagamos, me vestí lencería excitante y en la misma cama con mi marido noqueado, nos dimos unos fajes, luego me acomodó en el borde de la cama, me bajó mi calzoncito, ¡me encanta que me lo bajen¡ luego me dio una soberbia mamada con su lengua experta hasta que me hizo venir entre gemidos que a mí misma me sorprendían, luego hincada, humillada le di una gran mamada desde la punto hasta tragarme los huevos, era una macana grande, como de 23 centímetros, más venuda y gruesa que la de mi marido.
Lo acomodé en la cama para hacer un 69, entonces con sus poderosos brazos me abarcó las nalgas y la cintura mientras yo me tragaba todo lo que podía de ese gran trozo de carne, yo misma me sorprendí al ver que casi me la comía toda. Él seguía taladrándome con su lengua y con un dedo también el culo. Era virgen, pero con su saliva y su dedo sentí la sensación de ser penetrada. Me dolía, pero me gustaba. Estuvimos un rato en esa posición y mientras observaba a mi marido dormido y con unos cuernos que le crecían a cada minuto, me vine otra vez en la cara del negro.
Lo acosté y me le subí, me metí esa tranca poco a poco, gozando cada centímetro hasta que mis nalgas toparon con sus huevos. Me quedé quieta acariciando el pecho brillante de ese semental y besándolo en los labios gruesos. Intercambiando los jugos de ambos. Luego, sin sacármela comencé a moverme en círculos, sintiendo ese pedazo de carne, el primero después del de mi ...