1. ME ESTRENARON LA PUERTA TRASERA


    Fecha: 19/11/2021, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Lorena Mireles, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... pero no dije que no. En un principio lo hice tímidamente bebiendo los restos de su leche y mis jugos, luego le tomé sabor al asunto, ese hombre me había proporcionado los orgasmos más satisfactorios de mi vida y merecía eso y más. Le limpié toda la verga y cuando él insinuaba que ya parara de chupar, yo le seguí por muchos minutos. Mi amante comenzaba a gemir y gruñir de placer y yo bien prendida como un becerro a la ubre de una vaca, seguí y seguí hasta que después como de 15 minutos, estaba tiesa de nuevo, lista para una nueva ensartada.
    Me le puse en cuatro moviéndole el trasero, el negro se hincó detrás de mí. Primero me la restregó por todo el coño y por el culo, yo tenía una sensación extraña pero agradable cuando la cabezota apuntaba peligrosamente en la puerta trasera, luego la dirigió a vagina y me la comenzó a introducir lentamente como si fuera virgen. La introdujo por completo quedándose quieto, luego la sacó parcialmente despacito metiéndola de nuevo lentamente, así lo hizo varias veces hasta que me sujetó de las caderas fuertemente, luego de la cintura mientras yo me clavé en el colchón mirando a mi marido teniendo una sensación de reto. Él ya me había sido infiel y lo había perdonado, hoy me la estaba cobrando caro, estoy segura que él no había gozado tanto como yo y lo que faltaba. Mi negro me tomaba de todas partes, me habría los cachetes, me tomaba con fuerza de la cintura, de las caderas, sus embestidas eran salvajes haciéndome gozar con una intensidad ...
    ... que tal vez nunca se repetiría. Ensalivando un dedo comenzó a introducírmelo por la puerta trasera de manera suave, luego de manera intensa, para ese momento yo gritaba enloquecida de placer sin importarme que mi marido pudiera oírme. Solo se removió inquieto un instante y siguió roncando. Luego me metió dos dedos hasta que me hizo tener un orgasmo, el más intenso de mi vida, mi cuerpo se convulsionó con dos dedos en mi ano y esa gran verga en mi coño, casi me desmayo por la fuerza hecha y de placer. Me dejé caer casi desmayada.
    El negro me dejó descansar unos minutos, luego se acercó arrimándome su gran verga. Despacito comencé a chupársela hasta que me la introduje casi toda en mi boca. Me llegó hasta la garganta, le chupaba también los huevos, así estaba el negro disfrutando mi mamada, yo en un principio no, pero luego le agarré nuevamente el gusto. El negro gruñía diciéndome cosas dulces y sucias, -¡Así mamacita, que bien lo haces…! ¿Dale bonito pinche putita…!  ¡eres una ramera de categoría…! Y muchas cosas más.
    Se acercó a mi cara, la llenó de besos tiernos, luego me susurró al oído –quiero metértela por el culo- -¿Qué? –que quiero perforante la puerta trasera, quiero parirte el culo…- yo le dije -¡es nuevo! -¡nunca lo he hecho por ahí! –Pues quiero tener el honor de ser el primero, te prometo que voy a ser cuidadoso y tierno. No me hice mucho del rogar, ese gran semental era mi amo, mi dueño, yo haría su voluntad. Me había hecho disfrutar a lo grande, así que le daría ...