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Mi compañero de piso Álvaro se corre en mi boca
Fecha: 23/11/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Logkane, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... cachondo (y debo admitir que el olor a sudor contribuyó), no pude evitar decir un "si". Bajo su pollón sobre mi cara, inicialmente golpeándolo contra mi mejilla. Debió de parecerle gracioso porque se rió mientras me espercia su precum por el rostro. El olor era algo UE me hacía enloquecer, era asqueroso pero por qualquier motivo me ponía cachondísimo. Finalmente, me la metió en la boca, incandola hasta la garganta sin piedad. "Te gusta tío"? Me estiraba los labios. Era grotesca. Enorme y descomunal. Me llegó hasta la garganta y empezé a atragantarme con la increíble cantidad de precum que producía. Pero el sabor me encantaba. Era una mezcla de sudor, precum y sal que me hacía sentir como una puta. Me la sacó de la boca un segundo para quitarse el pantalón y los boxers y se sentóven mi pecho. yo dormía sin ropa, y ahora sentía su culo sudado en mi pecho y su polla húmeda en mi cara. Volvió a apretarla contra mis labios y procedió a follarme la cara durante unos cinco minutos. Ya al principio me di cuenta de que me costaba respirar, pero aguanté tomando bocanadas de aire rápidas cada vez que el la sacaba. El no ...
... parecía tener ninguna piedad. No se molestó en ver si podía respirar bien en ningún momento. Cuando me la metió entera, la noté descender por mi garganta. Era enorme. Finalmente, se corrió numerosos chorros de semen en mi boca. La sacó a mitad y me tiró unos cuantos en la cara también. Durante un segundo se quedó ahí sentado, sobre mi pecho. El tío gigante musculado estaba sudando sobre mi pecho, y su polla se contraía lentamente, dejándome tragar su semen poco a poco mientras las gotas en mi cara caían sobre mi pelo o mi almohada. "Bien hecho Ale", me dijo antes de darme dos palmaditas en la cara y irse a la cama. Estaba tan bebido que no sé cómo se consiguió subir. Fue cuestión de segundos cuando le oí roncar. Yo mientras tanto me encontré totalmente despierto, con su sudor en el pecho y semen por toda la cara. Fuí al baño a lavarme pero no pude evitar masturbarme. Álvaro me había calentado tanto que ya no sabía qué hacer. Me corrí sobre mi propio cuerpo en ese baño y me duche. No sabía si Álvaro se iba a acordar por la mañana. Pero ahora mismo yo estaba obsesionado con esa bestia que tenía entre las piernas.