Buena Vecina para los Okupas Part 2
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Hardcore,
Anal
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... baño, se aseó concentrándose en darse especial higiene en su sexo y se puso los leggins grises en conjunto con la ligera blusa blanca. No se puso ropa interior, y aunque sabía que estaba mal, disfrutó al verse en el espejo. “Solo voy a provocarle un poco´´ se prometió logrando ver marcados sus pezones contra la blusa, aunque no se diferenciaba el color, solo el contorno. “Le provocaré un poco y lo dejaré a medias…´´ se interrumpió a sí misma al fantasear con ese viejo cincuentón perdiendo los estribus por haber sido tan calientapollas.Agarró un pequeño bolso color beige y colocó dentro el móvil, las llaves del piso y la copia de la llave del Cuarto B. Miró el reloj y se recordó a sí misma que le quedaban tres horas hasta que su hijo volviese, tiempo justo para ir a limpiar y volver antes de ser descubierta. La madre de Manuel era consciente de que se estaba arriesgando mucho, pero no quedaba en ella ni rastro de la intención de seguir siendo una buena esposa. No, en ese momento solo quería ser una calientapollas y una puta que disfrutase calentando al desesperado vecino.Cerró la puerta de su casa con llave y cruzó en tres pasos el rellano, accediendo a la silenciosa casa de los ocupas con la copia que le había dado el hijo mayor. “¿Qué haría Pablo si me viese entrar aquí con esta pinta?´´ se preguntó muerta de la curiosidad. Una parte de ella estaba segura de que encontraría la manera de perdonarla, porque Pablo pese a todo era demasiado bueno con ella: Era atento, romántico ...
... y respetuoso; y la amaba, y ella lo amaba con locura a él. Pero él era un amante pésimo, y en cierta manera tener tan cerca a tres hombres salidos la tentaba demasiado.Cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido y permaneció quieta unos segundos, mientras escuchaba para su alivio unos ronquidos provenientes del cuarto del padre, que sería el cuarto gemelo al de su hijo. De puntillas se dirigió al cuarto de Sergio y Dani, asegurándose de que ninguno de los dos hermanos estuviesen encerrados en el cuarto. Suspiró, aliviada; sonriendo con cierta timidez para sí misma, volviéndose hacia la puerta de la que salían los ronquidos. La casa estaba hecha un desastre, y eso que no hacía demasiado que la había limpiado, pero no era la casa lo que iba a limpiar en aquella ocasión.— Orrghhhjjjjj –el ronquido era fuerte y pesado, avalando el profundo sueño de Brandon al otro lado de la puerta.A Andrea no le hizo falta abrirla para volver a saborear ese olor que provenía del interior. Lo había olido otras veces, pero nunca había accedido al interior. Era un olor salado que conocía bien: Era el olor a semen, a testosterona, a sudor, a esa fragancia que liberan los hombres cuando están excitados. Era un olor a desorden, a caos… Al de una bestia salvaje.Aferró el picaporte con la palma de su mano y lo giró lentamente, sabía que tenía que picar a la puerta, pero la curiosidad le podía. Abrió sigilosamente la puerta de par en par y fue entonces cuando, de pleno, un pesado y fuerte olor a semen ...