Buena Vecina para los Okupas Part 2
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Hardcore,
Anal
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... le provocó un placentero cosquilleo en la nariz.El cuarto estaba prácticamente oscuro, con la persiana totalmente bajada; pero era tanta la luz que entraba por la puerta qu podía ver perfectamente la silueta de Brandon. La cama estaba en medio de la habitación, siendo sus sábanas blancas. El viejo estaba totalmente desnudo, con la polla tiesa y medio arropada por la tela. Su cuerpo era delgado, aunque conservaba parte del músculo. Todo su cuerpo estaba rodeado de una capa peluda de pelo. Y los testículos, grandes como dos mandarinas, rebosaban al lado de la manta. Por un instante se sintió tentada a invadir la habitación y despertarlo directamente. No era un pensamiento lógico, simplemente era una locura que se le antojó. De todas maneras, era consciente que debía cerrar la puerta y picar, como si nunca la hubiese abierto; así que lo hizo. Toc, Toc, Toc…— ¿¡Qué!? –preguntó inmediatamente Brandon tras interrumpir su ronquido abruptamente.— Soy yo, Andrea… He venido a limpiar –hubo un silencio de un par de segundos.— ¡Pasa! –ordenó con voz ronca. La aludida obedeció.Abrió la puerta de par en par, y le sorprendió ver que Brandon no solo no se había m*****ado en tapar su entrepierna; sino que también se había llevado ambas manos a la nuca para apoyar la cabeza.— Venga, ponte a limpiar.— Necesitaré que salgas.— En mi habitación no entra ni dios sin que yo esté. ¿Te enteras? Ya puedes empezar.— Brandon…— Venga. ¿A qué esperas? Limpia.— No me voy a sentir cómoda si te quedas ...
... mirándome mientras limpio.Se miraron intensamente durante unos segundos.— En ese caso… hazme el desayuno.— ¿Qué?— Ya me has oido –le increpó el cincuentón rascándose el mentón peludo. La aludida se echó a reir, paralizada.— ¿Por qué iba a hacerte el desayuno?— Así funcionas. ¿No? Te pagamos y haces lo que necesitamos.Andrea se resistió a morderse el labio, divertida. Se sorprendió a sí misma no m*****ándose por aquella actitud, aunque sabía que era porque no esperaba nada positivo de él.— ¿Me vas a pagar por hacerte el desayuno?— Y porque me lo des de comer.— Estás ya viejecito para que te den de comer. ¿No?— No me importaría que una mujer como tú me de el desayuno –replicó con una dulzura impropia de él mientras le miraba descaradamente al escote-. ¿Alguna vez le llevas a tu marido la bandeja con el desayuno a la cama?— No –reconoció.— Que pena por tu marido.— No voy a traerte el desayuno, y mucho menos te lo voy a dar. Si quieres limpiaré la habitación, que es el acuerdo que tengo con tu hijo.— Tu eliges: O me haces el desayuno o te pones a limpiar, pero yo de aquí no salgo –aseguró él con su voz ronca.La rubia, en lugar de irse del cuarto, se arrodilló al lado de la puerta y dejó su bolso en el suelo. Y sin ponerse de pie, en cuclillas, le sonrió tímidamente. ``Es como un niño, que simple que es´´ pensó burlándose del viejo que tenía frente a ella.— Podría limpiar el resto de la casa… Aunque me da que entonces si saldrías de la cama. Eres un viejo verde que solo quiere mirarme ...