Buena Vecina para los Okupas Part 2
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Hardcore,
Anal
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... que había a pocos metros de su portar, donde en la terraza que había fuera había un montón de mesas y sillas con solo dos chicos sentados en ella.— ¡Eh! ¡Tshhh! ¡Niño! Venacápacá. Ven, venga va, que solo queremos hablar contigo…Por su miopía no los reconoció, pero al acercarse descubrió a los dos okupas que habían abierto la puerta a su madre las veces pasadas. El chico se acercó, vacilante, como si no puediese correr ni escapar. Cuando se hubo acercado lo suficiente, se presentaron dándole la mano. Ambos llevaban puestas gafas de sol y se bronceaban bajo las agobiantes pinceladas del sol. Se presentó primero el más grande, con barba y moreno como el otro; se llamaba Sergio. El más pequeño y menos musculoso, que tendría una edad muy parecida a la de Manu; se llamaba Dani. Se presentaron como sus vecinos.— ¿Quieres algo?— N… No… Gracias.— ¿Cómo te llamas?— M… Manuel.— Venga, Manu. Somos enrollados. No nos tengas miedo, que eres nuestro vecino. ¿Fúmas, bebes…?— No.— Así me gusta, un chico sano –dijo Sergio soltando una sonora carcajada-. Va, siéntate. ¿Qué quieres?— Un nesté.— ¡Mozo! ¡Tshh! ¡Un nesté para el niño. ¡Con hielo! ¿Lo quieres con hielo, no? –el aludido asintió.Ambos empezaron a fumar frente a él, haciéndole preguntas al principio tan vanales como si estudiaba o si tenía consola para jugar.— Vivimos puerta con puerta y no habíamos hablado una mierda –dijo tras haber conversado un poco.El hijo mayor de Brandon le explicó a Manuel que tenían en su habitación una ...
... colección de juegos, y que si quisiese podrían compartirlos. Incluso invitarlo a jugar en su casa; entonces el camarero interrumpió la conversación trayendo la bebida para el recién llegado.— ¿Qué queréis? –preguntó Manuel, impulsivo debido a su impaciencia.— ¿Por qué lo preguntas? ¿Tenemos que querer algo para invitarte a tomar algo?— Nunca habéis picado a casa. Os he visto varias veces y… nada.— Ya, pero ahora sí. Y si te animas… Puedes venirte a nuestra casa.— ¿Queréis que vaya a vuestra casa?— Sí… -musitó Sergio tanteando a su joven vecino-. Y que algún día nos invites a tu kelly. Solo eso.— No sé…— Shhh –Sergio le hizo callar alzando el dedo índice-. Pregúntaselo a tu madre. ¿Vale? Ella ya ha hablado un poco con nosotros y nos conoce, sabe que no somos mala gente. Si te deja, pues mejor para todos.— No sé si me dejará.— Bueno Manu, cuando una madre dice que no, hay que hacerle caso –dijo riendo, inclinándose hacia el adolescente para darle unas simpáticas palmadas en el hombro.— ¿De verdad solo queréis venir a jugar un rato a mi casa?— Que desconfiado, tio –lo dijo riendo, como si no le hubiese m*****ado-. Que sí, nano. Tú háblalo con tu madre y dile que te hemos invitado a nuestra casa… O invítanos tu a la tuya, ya me entiendes.— Pero… yo no fumo nada…— ¿Te crees que somos camellos o algo, no? ¿Eso se lo has oido a tu padre?Se dio cuenta de su error, pero ya no podía corregirlo. Entonces el veinteañero con barba se echó a reir, y su hermano con él.— Pues tiene razón, pero no ...