Mi vida como Sissy - Relatos Eróticos

Mi vida como Sissy

Mi vida como Sissy comenzó temprano. En una casona donde vivía había un cuarto piso de guardar cosas. Con un vecino, R., mayor nos veíamos ahí algunas tardes para jugar. Al principio a los carritos …. Una tarde me dijo que me desnudara de la cintura para abajo. Me pareció normal. Me miraba mucho el ano, abriéndome las nalgas. Al principio solo miraba, después metía los dedos ensalivados. Yo le pedía que se desnudara y le tocaba la verga, la cual se ponía dura. No entendía mucho lo que pasaba, pero me gustaba mucho ver como se agrandaba con mis manos sobando.  También la mía se ponía un poco dura, pero no tan grande. Una tarde él me abrazó y me besó largamente y yo me dejé. Sentí que el bulto de la verga se le hinchaba mientras se apretaba con mi cuerpo. Al poco metió sus manos entre mis pantalones y sobó las nalgas sin dejar de besuquearme. Me bajó pantalones y el calzón y se arrodilló detrás. Esta vez al abrir las nalgas me besó el ojete y le aplicó mucha saliva. Los dedos entraban más profundamente mientras R. besaba y lamia las nalgas. Me sentía caliente. En instantes me hizo arrodillarme y tomé su verga en mis manos. La sobé un poco y se puso tiesa. Al poco estaba en mi boca. Fue mi primera mamada. Besaba la punta y chupaba un poco el tronco. Me asusté con algo tan grande y duro, pero también me calenté más. R. a veces me tomaba la cabeza y simulaba una cópula en la boca, lentamente y sin meterla toda. No cabría. 
No resistió mucho mi mamada inexperta, y recibí mi ...

... primera lechada salada y viscosa en medio de gemidos quedos de R. No me gustó mucho su sabor, parte la escupí, parte me la tragué involuntariamente. R. quedó exhausto! Nos sentamos en el tapete. Me quedé viendo la pija de R., aún erecta y con semen escurriendo. Me atrajo hacia él y me besó largamente mientras sobaba mi verguita. Se me puso un poco dura. Hice lo mismo con la suya, la cual seguía dura, aunque menos que al principio. No sé cómo, al poco sentí una sensación rara y sentí salir una lechecita de mi pija. R. se rio y me dijo que ya estaba creciendo. Esa noche no pude dormir y en la madrugada tenía la pija dura y tuve mi primera paja, con la segunda lechada. Mientras lo hacía pensaba en la pija de R. y me la imaginaba en mi boca … y en mi trasero.    
Pocos días después nos citamos en el cuarto del placer. Estaba yo muy excitado. Después de unos toqueteos y besuqueos, me arrodillé y sin más le saqué la pija del pantalón. Bastó una chupada inicial para ponerla dura. Ya iba aprendiendo. Chupaba lo que más podía, a veces sobando sus pelotas. Esta vez R. me dejó mamar a mi gusto. Se inclinó para besarme y volví a mamar. Esta vez sentí deseos de probar toda su leche. Aceleré la mamada y al poco R. comenzó a jadear. Sabía lo que venía. Agarré la base dl tronco y recibí una tremenda lechada, que apenas pude tragar; parte se escurrió fuera de mi boca. R. gemía con cada lechada mientras me agarraba la cabeza. R. dejó de eyacular, pero seguí mamando un rato más. Esta fue mi primera ...