Mi hermosa cuñadita - Relatos Eróticos

Mi hermosa cuñadita

... jugos que mi mujer bebía. En un momento, me miró pícaramente y largó un chorrito de orina. Elina apretó má su abrazo y su chupada. Fue la señal que hizo que Lucrecia repitiera  meaditas y así fue largando su orina en la boca de su hermana.
Yo no había quedado conforme todavía, puse en cuatro a mi cuñada, al borde de la cama y luego de lubricarle el agujero con una crema corporal que había en la mesa de noche, le entré en el culo que creía virginal. Le entró tan fácil que noté que ya le habían roto el ojete a mi hermosa cuñada. Mi segunda eyaculación fue en las tripas de esa hermosa hembra.
Lucrecia le hablo a su madre que se quedaría a dormir en nuestra casa, pero yo estaba cansado y seco, así que no se lo que hicieron durante toda la noche esa mujeres.