fantasias de mi hermana 3 - Relatos Eróticos

fantasias de mi hermana 3

... me moría de morbo mi cara se sonrojaba y sonreía. Muchas chicas desde el lanzamiento de mi hermana querían andar conmigo, como si estando conmigo fueran las próximas supermodelos, hasta graciosos se me hacía, pero no me dejaba atrapar a pesar de que tuvieran bonitos cuerpos, ya que muchas de ellas ni me pelaban antes de ese suceso y además siempre terminaba comparándolas con ella, no había mujer que le llegara a mis exigencias, tenía que ser bonita de buenos sentimientos, exuberante, con sonrisa que enamore, con senos firmes y grandes que inspiren la lujuria en mí, inteligente que pueda hablar con ella, que me cautive de solo verla y que me deje soñando despierto, pues como pueden ver Mía, me chingo la vida. Ya habían pasado 8 meses de su partida, yo me dedicaba a la rutina de siempre en la mañana a la escuela y de allí a la casa, de vez en cuando al cine con amigos o la plaza comercial, de tienda en tienda, recordando y extrañando a mi hermana, siempre sabía algo de ella por mi madre o por un aparador de ropa, desde que se fue nunca recibí una llamada por teléfono por parte de ella y yo no me atrevía a marcarle por sentirme avergonzado. Algunas veces deambulando por las plazas solo, me encontraba con Miriam la amiga de mi hermana, me detenía a saludarla, ella siempre me trataba bien a pesar de la ocasión en que me echo de cabeza con mi hermana, su sonrisa siempre me pareció sospechosa, también me la encontraba en otros lados, como en mi escuela o el cine pareciere demasiada ...

... casualidad, pero no le tome importancia hasta que un día que llegue de la escuela me la encontré charlando en mi casa con mi Madre, sentadas en la sala tomando jugo de naranja, salude como es debido y mi Madre jalándome para sentarme a su lado dijo: que bueno ver de nuevo a Miriam verdad Alex, sí que bueno verte Miriam sonriendo levemente por cortesía, entonces mi Madre se levantó y dijo: acompaña a Mirian tantito hijo voy por unas galletitas a la cocina y se retiró. Al mirarme Miriam se dibujó en su rostro esa sonrisa pícara que me acordó la vez que veía con morbo a mi hermana en el volibol y ella me delato con Mía, un escalofrío recorrió mi cuerpo en ese momento me dijo: que hay Alex extrañas a tu hermanita dijo sonriendo, si tú quieres con gusto me presto para que me hagas todo lo que le hacías a ella, y hasta más, si tú quieres también te puedo decir hermanito hazme lo que quieras, me dijo mordiéndose los labios. Me quede aterrado con lo que me dijo, no podía creer que ella supiera lo que había pasado con mi hermana, demasiados detalles eran imposible que lo supiera si no fuera que Mía se lo hubiera contado, sin embargo yo me hice al loco y le conteste no sé de qué me estás hablando. Miriam sonrió dijo si quieres te puedo contar como lo sé, solo esperamos a tu mami para que escuche también no. -no como vas hacer eso Miriam, quieres matar a mi madre. - pues entonces qué tal si nos vemos en la plaza en una hora, que dices bombón. - ok allí nos vemos pero ya mejor vete. Está ...