Culeando a la putita Francesca - Relatos Eróticos

Culeando a la putita Francesca

Era un día que estaba super arrecho y busqué anuncios en el periódico, llamé a varios hasta que al final surtió uno de una escort llamada Francesca y quedamos en vernos en un motel. Llegué al motel y la llamé para confirmar, esperé mientras me sacaba alguna leche para poder durar mas cuando para cuando llegue y me la culee. Toca la puerta y voy a recibirla, con voz aniñada me dice "hola, por favor será que puedes pagar el taxi, me olvidé mi billetera". "Claro" le dije, pagué y cerré la puerta, y me agradece "muchas gracias, eres muy amable". "Por nada" le contesto. Entramos y no me cobra, como suele ser la costumbre en estos casos. Mi pulso late fuertemente.

La observo de espalda y era increíblemente sexi, delgadita, de estatura media, y de aspecto general como de niña, como de 18 a 20 añitos, su ropita le quedaba algo ajustada, tenía una carita como de rasgos de oriente medio. Su cabello estaba teñido de rubio y lucía un peinado estilo "despeinado", era lo único que desentonaba, parecía estropeado. 

Me paro frente a ella y le empiezo a manosear el culito, mientras le digo excitado "que buena estás, te ves increíble". Sus nalgas no eran muy grandes pero tenían una hermosa forma y sus piernas eran algo alargadas. La beso violentamente, comiéndola y metiéndole la lengua hasta el fondo de su boca. Continúo agarrándole las tetas, eran medianas pero respingonas, los pezoncitos apuntando hacia arriba, muy bien formadas. Se saca la blusa y luego el sostén y me lanzo a ...

... chupárselos descontrolado, le chupo una teta, luego la otra con fuerza, para terminar juntando con mis manos ambas tetas y comerme, chuparle y lamerle desenfrenadamente sus dos pezones de un bocado o lamida. Luego me aparta suavemente y se quita los pantalones, para quedar en unos calzoncitos claros, sublimes, cuando se agacha a quitarse los pantalones la paro abajo antes que se incorpore y le digo "chupámela por favor", a lo que me responde "si, te la voy a chupar. Era caliente y desinhibida, una furcia, pero cuidaba su vocabulario.

Me desnudo rápidamente, saco mi verga del pantalón y se la pongo en la boca, ella me la chupa sin apuros, se sentía increíble ser mamado por esa semidiosa aniñada. Le digo chúpame las bolas y sumisamente me las come, yo estaba a cien por hora y no sabía como seguir. 

Ya completamente desnudos la llevo a la parte posterior de la habitación donde había como una baranda de concreto con una columna con su bola en el extremo, me pongo el preservativo y la hago apoyar allí de frente, la bajo un poco, agarrándola de la cintura, dobla un poco las rodillas y se la clavo por el culo, hace una cara como de dolor mientras yo me muevo frenéticamente, encachuflandole mi verga en su culito, golpeándole las nalgas. 

Después de esto vamos a la cama y me dice que me acueste boca arriba, ella se arrodilla hacia mis pies y empieza besando suavemente mis pezones, me estremezco y gimo, levantando un poco la cabeza hacia ella, sigue besando mientras baja hacia mi ...