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Mi joven amante en casa
Fecha: 11/02/2022, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: mio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola soy Sandra, 32 años, casada, un hijo. No voy a decir lugares ni nombres por obvias razones. Mido 1.64 mt, cabello corto, dos lindos senos grandes, tengo cintura y bonito trasero. Me encanta el sexo desde los 16 lo practico, tuve sexo con todos los novios que tuve antes de mi marido. Con mi esposo tuvimos un noviazgo apasionado, mucho sexo, incluso el fue el primero que me lo hizo por el culito. Todo lindo, pero por herencia, mi esposo resultó diabético y de la noche a la mañana, esa enfermedad lo envolvió y ahora se inyecta insulina todos los días. Pero también bajó su capacidad sexual. Demasiado. Para ir directo al grano. Una amiga, de mayor edad que yo, me comentó que su hijo había venido de la ciudad y que había estudiado para ser terapista físico, el chico que yo conocí ahora era todo un hombre muy guapo, alto, fuerte y bien dotado. Cuando me lo llevó a la casa para presentarmelo (aunque yo ya lo había visto hace años), el chico no dejaba de verme las piernas y los senos, pues llevaba un escote abierto. En ese momento decidí tener algo con él. Preparé todo. Llamé a mi amiga, le dije una mentira, que tenía varios días con dolor de espalda y que casi no podía dormir y quería saber si Roberto, su hijo podía venir a masajearme la espalda, y que quería saber su tarifa. La mamá me prometió mandármelo al otro día, a cierta hora. Mi esposo no estaría, pues el sale de ruta por varios días y suele venir el fin de semana. Yo tenía un bikini, micro, con hilo ...
... dental, que usaba para que mi marido se calentara, solo él me lo había visto. Me puse una bata. El chico llegó puntual, llevaba una mesa de masaje portatil, un maletin y su ropa blanca característica. Después de saludarnos y hablar un poco, el me pidió que me pusiera sopa cómoda para hacerme un masaje. Le dije que ya la tenía puesta, me quité la bata y el chico se le caía la baba como decimos. Me acosté en su mesa, boca abajo, asi que le mostre mis buenas nalgas, cubierta solo por el hilito dental. Se le notaba nervioso cuando sus manos se posaron en mi espalda. Me puso aceite e intentó comenzar una plática, pero como dije se notaba nervioso y excitado. Como el pasador del sostén de mi bikini generaba estorbo para sus manos en mi espalda, le dije que lo desprendiera, él lo hizo. Había una tensión en la habitación. Luego de un rato, le die -Roberto, porque no me das el masaje en todo el cuerpo, pues también me gustaría, me siento bien con lo que me hiciste en la espalda-, el chico accedió. Comenzó a tocarme las piernas, los muslos, y por último mis nalgas, yo estaba muy excitada, mi cabeza daba vueltas, imaginado al chico y yo teniendo sexo en mi casa. Pude ver de reojo que el paquete de Roberto formaba un buen bulto en su pantalón, que era tipo pants ajustado, no podía ocultarlo fácilmente. No pude esperar más, me di la vuelta sobre la mesa, dejé al aire mis senos grandes con aureolas de mis pezones también grandes. El chico me vio. Solo alcanzó a decir ...