Mi joven amante en casa - Relatos Eróticos

Mi joven amante en casa

... le pedía a mi joven amante que me diera duro, que era su puta, que me llenara de leche mi rajita.  Grité y grité.  Sentí una oleada de esperma que salía de su verga y que me bañaba todo el útero.  Su leche era tanta que me salía por la rajita.  Nos besamos y abrazamos, luego de algunos minutos, por fin hubo calma.

Yo estaba agotada, como pocas veces.  El se desprendió de mi y un chorrito de esperma salió de mi chuchita y cayó al piso.  -Gracias cariño, necesitaba esto..tienes que irte, no vaya a ser que venga alguien..- le dije para que recogiera sus cosas, pues el estaba muy relajado sentado en un sofá, aún semidesnudo.  Y yo tenía que ir a recoger a mi hijo al colegio.
Antes de irse, ya estando en la puerta, le dije si podía venir la semana próxima, el mismo día y hora.  El me dijo que estaba bien y se marchó.

Transcurrió el resto de la semana, yo en la noche, repetía la escena de como cogí con Roberto y me excitaba, me tocaba en la noche. Llegó mi marido y no hubo sexo el fin de semana.  Yo estaba ansiosa en que llegara de nuevo el día de la visita de Roberto.

Llegó el día.  Yo estaba excitada y ansiosa.  Desde que entró, no dejé que pusiera la mesa ni sus aceites.  Me lo llevé a la habitación y ahora quería hacerlo en la cama.  El chico obedientemente hizo lo que le dije.  Empecé quitándole la ropa hasta dejarlo en cueros y yo hice lo mismo frente a él.  Me fui quitando la ropa casi modelando y el se jalaba su buena verga.  Me fui buscando su verga con la ...

... boca y se la mamé hasta dejársela bien parada, luego me subí y yo misma me senté sobre ella, luego lo cabalgué duro hasta llevarme a una deliciosa corrida, le dije que no quería que se corriera aún.  Luego me puse en cuatro y le dije que me la metiera, lo hizo, pero primero me chupó las nalgas, la rajita y el ano, me hizo gritar de gusto, le pedí que me metiera sus dedos en la rajita y en el culo, el metió uno en cada uno y me llevó a una colosal corrida, fue tanta excitación que me temblaban las piernas.  Luego hundió su verga en mi chuchita y me dio duro, muy duro.  El chico era increíble, no se corría. ERa un bello caballo.  -cariño, quiero que me metas por el culo- le dije.  El chico dejó de penetrarme, sacó su verga y la puso en mi anito arrugado, sentí su enorme cabeza empujando mi culito.  -cariño, despacio, despacio, suave cariño-, el dejó de hacerlo y me chupó mi orto, metí su dedo y le ponía saliva, luego volvió a poner su verga en mi ano y pudo penetrarme.  No era mi primera vez, pero su verga era muy gruesa también. 

Sentí como su pedazo de carne dura se hundía en mi culito, me sentí incomoda, pero conforme el entraba y salía de mi recto, comencé a sentir placer, luego más placer y luego de varios minutos bombeando su cosota en mi culito, me hizo acabar, y debo decir que casi siempre había logrado correrme penetrada por el culo, lo había logrado con casi todos mis novios y con mi marido.  Fue un orgasmo fuerte, pero rico.

Le dije que se lavara la verga para ...