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mi mami me castigó
Fecha: 26/02/2022, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: la beba, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
¡Hola! Me llamo Yosjairy Zerpa y soy venezolana...de un estado del interior de mi bello pais llamado Apure, vivo en la urbanización las avionetas del municipio Biruaca. Soy médico de profesión. Se que siempre que alguien manda un relato como este, dice que de "verdad" ocurrió, pero en serio este sí ocurrió. vivo con mi madre Naruzvea Yosmar. Ella es una mujer sumamente bella, muy llamativa de muchas maneras ¡Sentí celos tantas veces de su cuerpo casi perfecto, de su carita hermosa!, tiene 50 años, es soltera –divorciada, pues- desde hace unos cinco años y trabaja como educadora en una escuela de niños especiales. Es no muy alta, sus medidas son: 96, 61, 90; tiene los ojos claros, las piernas firmes y esbeltas, los labios sensuales y delgados, sus senos tienen forma de gota, sus nalgas son firmes, bien proporcionadas... hasta hace muy poquito, se me hubiera hecho inconcebible una descripción de esa mujer que bueno... nunca había contemplado como mujer; pero no me adelanto... Desde que se separó de mi papá – y desde antes creo- no le han faltado pretendientes, pero a ninguno le vio las suficientes cualidades como para llegar a algo, y desde hace mucho se ha dedicado únicamente a su carrera, en la que, por supuesto, es de las mejores. Ahora, tampoco crean que soy un patito feo... ¡para nada! Cierto es que mi mamá es hermosa, y sin falsa modestia, puedo decir que heredé muchas de sus cualidades... tampoco soy muy alta, y las partes que más me gustan de mi cuerpo, heredadas ...
... de ella, son mis ojos que también son lindos, y mis pechos que tienen el tamaño para hacerme orgullosa. Recién terminó el verano, y esta historia ocurrió a mediados. Mis amigas de trabajo habían hecho un plan para ir a la playa, yo invité a mi mami; pero: argumentó que no había dinero; buscó mil pretextos para no dejarme ir, y no me dejó. Yo me enojé como era de esperarse, y me preparé para un verano encerrada en la casa, sin amigas, y de malas con ella. La verdadera causa para no dejarme ir, y las dos lo sabíamos; era que mis amigas son de ese tipo de chamas sin límites, por decirlo de alguna manera... salen y se acuestan con cuantos chamos pueden, se emborrachan, creo que alguna hasta se mete drogas. A mí tampoco me gusta mucho lo que hacen, creo que principalmente porque me educaron para ser una señorita de su casa; pero al final de cuentas, son mis amigas. En fin que los primeros días de las vacaciones me la pasaba viendo la tele, hojeando revistas, metida en iternet; buscando formas, en fin; de matar el tiempo. A mi mamá no quería ni verla... me levantaba tarde para no encontrarla, y me acostaba temprano para no tener que cruzar palabra con ella -¡me tenía de malas!- Los fines de semana cuando no podía escabullirme a la plaza, procuraba quedarme encerrada en el cuarto y cuando por alguna extraña razón teníamos que salir juntas a comer o cualquier cosa, nuestras pláticas se reducían a esporádicos monosílabos desencantados. Así pasaron dos semanas. Un cierto martes o ...