Me cogí a la mujer de mi sobrino y ahora lo hacemos frecuentemente - Relatos Eróticos

Me cogí a la mujer de mi sobrino y ahora lo hacemos frecuentemente

... besos encima, su braga se  moja de mi saliva y de los juguitos de su rajita.  Le hago a un lado su braga y comienzo a comerle su panocha, le doy una tremenda mamada de raja, chupó sus labios vaginales, los meto a mi boca para lamerlos, con la punta de lengua llego a su clitoris y ella se retuerce en el sofá.

No satisfecho con eso, le arranco su braguita de su cuerpo y le abro ampliamente sus piernas, me deja completamente al descubierto su raja, me lanzo de nuevo para otra batalla en campo abierto.  Le chupó su panocha con mucha saliva e intento meter mi lengua en su vagina.  Ella gime y grita de excitación.  Trata de decir que -eso es suficiente-, pero yo ya me he bajado el pantalón, le subos los pies a mi pecho y la ensarto de un golpe, mi verga entra en su humedad y ensalivada rajita, ella gime y gime, más cuando empiezo a cogerla, con buenos pistonazos, aceleró y desacelero tratando de hacerla llegar a un orgasmo, el cual llega sin remedio, ella da tremendos gemidos, yo sigo cogiendola, quiero oirla correrse de nuevo.  La colocó en el piso boca abajo, a lo largo, me monto encima y la penetro de nuevo, meto mi verga entre sus bellas nalgas y la empiezo a pistonear de nuevo profundo y fuerte, ella sigue gimiendo fuerte.  Yo encima dándole duro y la oigo llegar a su segundo corrida.  

Yo estoy a punto de llegar a mi climax, pero me controlo para tardar otro poco más,  asi que la pongo hincada recostada sobre el sofá y con el culo para afuera.  Primero le doy una ...

... chupada de nalgas y de rajita por detras, no faltando pasar mi lengua por el ojete de culo, ella da gemidos más fuertes cuando la punta de mi lengua dibuja lo redondo de su ano.  Luego la penetro y comienzo a darle duro de nuevo, ella esta gritando de nuevo, nunca pensé que ella no opusiera resistencia para cogermela, no había pensado que era muy caliente.  La pistonie hasta que llegué a mi climax, ella empezó a mover su culito y ha provocarse su tercera corrida, eso influyó para que de mi verga salieran borbotones de semen, no saqué mi verga, toda mi leche fue a parar a su vagina, ahora los dos gritabamos nuestra corrida, hasta que se fue silenciando nuestras voces, solo las respiraciones de la excitación fueron quedando, hasta el silencio.

Me acomodé mi pantalón, ella estaba aún hincada recostada en el sofa, de su panocha salía un hilo blanco de esperma.  Poco a poco ella se fue sentando y recogiendo su braguita.  Le dije, bueno Rina, ya te hice la curación, asi que pasa buenas noches y me marché, pues no se le puede decir casi nada a la esposa de tu sobrino, cuando la has estrenado como amante.

No vi a Rina al siguiente día, ni de suerte.  En eso regresó mi sobrino y me invitó a ver el partido de futbol, era un sábado.  Llegué, Rina estaba en la cocina, mi sobrino sacó una cerveza de la refrigeradora, yo estaba alerta de Rina, ella llegó, yo la miré ella me miró y me saludó como si nada.  Yo me tranquilice mucho.  Y más cuando ella le dijo a mi sobrino que yo le había ...