1. Julia, La niña pepenadora


    Fecha: 04/03/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    El presente relato es producto de la imaginación de un servidor
    
    Corría un día normal de trabajo en un día lluvioso y frío, muy extraño en mi ciudad ya que es una zona tropical y cálida, por azares del destino me toco salir algo tarde del trabajo, cuando estaba camino a casa decidí pasar a comprar algo para cenar en una cadena de 24/7 pasaban de las 10 de la noche, seguía la lluvia intensa cuando salí de la tienda vi a una joven de entre 15 y 16 sentada en un rincón mojada y temblando de frío, el agua la seguía mojando, decidí acercarme para tratar de ayudar.
    
    - Hola señorita, te puedo ayudar en algo? — ella me miró y no respondió nada, no podía por el frío—
    - Niña, te enfermaras, vivo cerca de acá, gustas puedo ofrecerte de cenar y un lugar seco.
    
    con su mirada incrédula aceptó no sin antes decir:
    
    - Mis mis cosas, mañana debo llevarlas para venderlas — unas cuantas latas de aluminio metidas en un par de bolsas— 
    
    - No te preocupes por eso, llévalas.
    
    Subió a mi auto completamente empapada traté de buscar algo para que se secara pero no encontré nada, una vez en el auto trate de hacerle plática.
    
    - Me llamó Henry, ¿como te llamas tu?
    - Me llamó Julia.
    - Bonito Nombre, Julia y dime ¿donde están tu familia?
    - No tengo, mis padres murieron hace años, crecí con mis abuelos pero recién murieron.
    -¿Cuantos años tienes?
    - Recien cumplí 15 años.
    - ¿No tienes hermanos, tíos o algún familiar que te de asilo?
    - Cuando mis abuelos murieron mis tíos me echaron de ...
    ... casa, desde entonces vivo de las latas que logro vender.
    
    No supe que decir, quede mudo, llegamos rápido a mi casa, le hice pasar, le ofrecí que se diera una ducha con agua caliente, le deje un par de toallas, después comencé a prepararle algo de cenar.
    
    No pasaron mas de 10 minutos cuando ella salió, envuelta en la toalla, tenía un cuerpo muy desarrollado, sus pechos eran como un par de melones perfectos, su cadera era amplia y sus piernas de una deportista, imagino que por tanto caminar, yo involuntariamente comencé a sentir una erección al verla.
    
    Trate de distraer mi mente de ese cuerpo angelical haciéndole preguntas.
    
    -Dime Julia, ¿cuanto te pagan por los botes que tienes contigo?
    - No es mucho en realidad, me pagan por kilo pero es muy poco, no me da para comprar comida a veces.
    -¿Donde sueles dormir?
    - A veces me quedó bajo un puente o en una casa abandonada, pero con la lluvia no he podido quedarme en el puente y la casa está lejos
    -Entiendo, bueno al menos hoy no tendrás que preocuparte por donde dormirás o que comerás.
    - Muchas gracias —dijo con un gesto de alivio y alegría—
    
    En ese momento comenzó a máquinarse un plan en mi mente, algo que podría ser bueno para ella y para mi también, yo a mis 32 no tenía en ese momento pareja o alguien conmigo y la verdad no podía dejar ir a ese bombón de hembra así que no lo pensé mucho y traté de hacerle mi propuesta lo más tranquilo y suave posible para evitar que ella saliera huyendo en ese mismo momento.
    
    Le ...
«123»