Mi hermana Julia - 2
Fecha: 14/07/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: ya1gor9di4si, Fuente: SexoSinTabues
... ocurre durante casi todo el tiempo que me hago la paja… o incluso a veces hasta sin hacérmela; basta que una chica se excite sexualmente para que su coño se moje, se humedezca, se lubrique. Mientras Julia hablaba, yo hacía todo lo posible para creerme lo que estaba pasando y también me contenía con todas mis fuerzas, para no correrme encima. Tan cachondo me estaba poniendo. - Bueno; mira, Luis, más claro no te lo puedo explicar. Si con esta explicación no te enteras, es que eres gilipollas de remate. - No… si ya… ya me hago una idea… pero… ¿Sabes? me encantaría poder verlo. -¡Oye!… ¿Pero qué estás diciendo? -gritó- - No… espera… no me has entendido; quiero decir que me gustaría verlo, pero no a ti… bueno; tampoco es eso… o sea, no quiero decir que no me gustaría verte a ti… uf… joder… esto es un lío… no sé qué decir. En la que me he metido. Vaya corte. - Ya te entiendo… tranquilo… me parece que han sido demasiadas explicaciones… oye, pero ¿qué haces? En aquel momento me había levantado del sofá, intentando esconder la barriga y llevándome las manos a la parte delantera del pantalón. - Oye… Julia; gracias por todo esto. Perdona, pero voy al… al baño. -y la miré a la cara-. Julia se puso completamente roja. - Mira… lo siento, pero es queeeee… tanto hablar de todo eso… - Vale, vale -dijo mirando al suelo-, y, de pronto, alzó la mirada y me soltó: se te ha puesto dura… ¿eh? Pillín. - Joder…. Julia… calla, -balbuceé como pude-. - Vale, hermanito, vale… si lo entiendo; ...
... tranquilo…. vete al baño y pásatelo bien… no me importa; haz lo que tengas que hacer. Me imagino que toda esta conversación se ha salido de madre más de la cuenta. Ni siquiera sé por qué empezó. - No Julia, no es eso… o sea no quiero que pienses que esto haya sido algo malo para mí… todo lo contrario. He aprendido mucho. - Que sí, que siiiiii… -dijo-, riéndose, al mismo tiempo que de su cara desaparecía todo atisbo de vergüenza y con su mano me indicaba el camino escaleras arriba. Hala, corre… no te lo vayas a echar encima, como esta mañana. ¡¡Ni que decir tiene que la paja que me casqué en el baño fue antológica!! Mi imaginación no tuvo apenas que trabajar para conseguir que toda mi leche caliente fuera a parar sobre la falda de mi hermana -en mi fantasía-, que momentos antes había estado instruyendo a su hermano pequeño en el arte de cómo se hacían las chicas el dedillo. Este fue sólo el principio de una relación un tanto más cercana a mi hermana Julia. Aquello no fue más allá de una conversación, naturalmente, pero el camino hacia mayores logros se me antojaba que estaba empezando a abrirse; debía ser muy prudente y avanzar paso a paso. No podía arriesgarme a intentar ir demasiado deprisa y con ello enfadar a mi hermana. Se trataba de que se interesase o se comprometiese lo suficiente, para que ella también desease que todo este asunto no llegase a oídos de nuestros padres. Ese sería el momento propicio para pasar a intentar “algo más”. Mi plan se desarrollaba aceptablemente, y mi ...