1. El Campamento - Part 2


    Fecha: 24/07/2017, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... aumentaban de intensidad. ―Sí… Métemela toda, Adrián… Así… Dámela toda ―decía entre gemidos, lo que me excitaba aún más. Luego de un rato, y ya cansado de esa pose, sujeté a Pablo de la cintura y lo llevé hasta la cama, haciendo que se echara boca arriba para poder penetrarlo con sus piernas sobre mis hombros. Cuando saqué mi pene de tu culo, noté que el ano de Pablo se veía más rosado de lo normal, y me preocupó que tal vez lo hubiera lastimado. ―Métemela de nuevo ―suplicó de pronto y me di cuenta de que aún si aquello le había dolido, mi amigo lo estaba disfrutando, así que decidí no preocuparme más por eso. Con sus piernas en mis hombros se la volví a meter y pude observar su rostro contraerse de placer. Sus gemidos se hacían cada vez más fuertes a medida que aumentaba la fuerza de mis embestidas. Pronto en la cabaña no se oía nada más que el sonido de mi pelvis chocando contra sus nalgas y sus gemidos y suplicas para que se la siguiera metiendo. Luego de varios minutos de metérsela empecé a sentir que el orgasmo estaba cerca. ―Ya me vengo… ―susurré para avisarle. ―Vente dentro de mí… quiero sentir tu leche en mi culo ―suplicó jadeante. Entonces mi cuerpo no pudo aguantar más todo el placer y mi pene explotó ...
    ... dentro del hermoso culo de Pablo, llenando sus entrañas con leche caliente. ―Oh Dios… oh Dios… ―gemía Pablo mientras mi pene lanzaba sus últimos disparos aún dentro de su culo. Cansado por mi primera sesión de sexo, caí sobre la cama junto a él, respirando agitadamente, mientras acariciaba su rostro. ―Eso fue increíble ―exclamé. ―Me encantó… ―suspiró él y luego se volvió y me besó. Ambos nos quedamos en silencio luego de ese beso, recuperando el aliento que habíamos perdido. ―Será mejor que nos demos un baño y nos cambiemos. Los demás no tardan en regresar y no quiero que nos encuentren así ―le dije, incorporándome. ―Sí, tienes razón ―contestó y luego se puso en pie ―Yo voy primero. Pablo tomó su toalla y caminó desnudo hacia el baño, dándome una última visión de aquel hermoso trasero que me acababa de comer y que me había sacado de virgen, al menos de la parte delantera. A pesar de que me sentía súper satisfecho por haberme tirado a Pablo, aún sentía mucha curiosidad por sentir un pene dentro de mí. Quería sentir lo que Jordán y Pablo sentían, ese placer que los hacía desbordar de emoción y lujuria. Luego de aquella experiencia, estaba aún más convencido de que la idea de tirar con Ángel no era para nada descabellada. 
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