La comadre estaba para comersela - Relatos Eróticos

La comadre estaba para comersela

... ventana y los dos jóvenes se habían marchado luego de verme entrar a la casa.  La comadre me sirvió un café en la mesa, ella estaba en ropa para dormir, un pantaloncillo corto, se notaban sus dos buenos muslos, y lo mejor tenía una blusa delgadita, y no tenía bra, se notaba sus dos enormes senos y sus pezones.  Me agradeció mucho que estuviera de nuevo apoyándola.  Charlamos un buen rato, nos reímos y coqueteamos un rato.  Al terminar mi café, le dije -bueno me voy a casa-, entonces ella se pone de pie, se acerca a mi, se pega a mi, y me dice -porfa, no me dejes sola...por que no pasas la noche conmigo?- y me abraza.  Yo la tomo de rostro y le estampo un beso en la boca.  Ella corresponde y comenzamos besarnos de forma  ardiente, ella me lleva a su habitación, caemos en la cama sin dejar de besarnos, lo primero que hago, es lo que siempre había soñado, le levanté la blusa y comencé a mamarle las tetas, chupé y lamí sus pezones por varios minutos, sus pezones se hincharon como tornillos y los mamé hasta dejárselos colorados, ella daba gemidos de placer y acto seguido nos desnudamos completamente, el cuerpo de Mayra era buenísimo, lo primero que hice fue colocarla en una 69, yo entre sus piernas comiendole su larga raja depilada y ella comiéndose mi verga.  Fue delicioso. Le chupé su raja hasta hacerla correrse entre gritos y quejidos, la comadre es muy caliente.  Luego la puse en cuatro, le comí las nalgas y su ojete del culo, después se la metí bien rico, ella gemía mucho, se ...

... notaba que gozaba el sexo en toda su magnitud.  Yo la tomaba de su linda cintura y se la metía hasta el fondo de su chuchita.  Cada vez que la cambiaba a otra posición sexual, le chupaba las tetas y le chupaba la raja.  Ahora la puse al estilo misionero, mientras cogíamos nos besabamos mucho y le mamaba sus buenas tetas.  Luego cambiamos de posición y ella se subió encima y me cabalgó la verga como una diosa, me hizo eyacular mucho dentro de ella.  Pero mi verga seguía dura.  Asi que de nuevo la puse en cuatro, la cogí por buenos minutos  hasta que nos corrimos juntos.  Descansamos un buen rato.  Abrazados y desnudos.

Luego ella se puso a besarme el cuello, las tetias, mi vientre y luego mamó mi verga muy rico, incluyendo mis cojones que lamió de forma única.  Me puso la verga de nuevo bien parada.  Asi que empezamos otra rica sesión de sexo.  La hice sentarse en mi boca, asi la mamé su raja y su ano bien rico, ella se corrió en mi boca, pude sentir sus juguitos amargos que bebí.  Luego comenzamos a coger al estilo misionero, los dos nos movíamos y balanceábamos a buenos ritos de sexo, ella me rodeo con sus piernas, mientras la cogía, nos besabamos mucho, sin prisa, yo le mamaba sus tetas, ella me decía lo bien que la estaba pasando, luego varios minutos así yo eyaculé buenos chorros de semen en su raja.  Amanecimos agotados en la cama, me fui porque trabajaba ese día.  Luego de esa noche pasé una dos semanas sin verla, solo charlabamos por teléfono, pero nadie hablaba de ...