Afortunado
Fecha: 17/07/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos
... ella, le encanta, la excita. Nada que ver con hacérselo a un tío. Esto es una delicia. Ávida, degusta la húmeda flor hasta empaparse de su néctar. Tanto está disfrutando, que cuando la rubia se convulsiona agarrándola de la cabeza para que no se aparte, siente una pequeña descarga en su propio sexo. No es un orgasmo, pero es muy placentero.
La amada se deja caer de lado resoplando, felicitándola por el trabajo hecho. Lo has hecho fenomenal, ¿seguro que era tu primera vez? Asiente orgullosa, besándola de nuevo, ansiosa por recorrer ella también el cuerpo de la chica. Ésta se deja hacer, contenta de someter a una hetero. Aunque le parece que la joven morena que se ha follado es más lesbiana de lo que ella quiere reconocer.
Rita vuelve a la carga. Se siente segura de sus actos, así que busca el segundo asalto. Esta noche será única para ella y la quiere perfecta. Quiere volver a comerse un coño, le ha encantado, y quiere volver a correrse, ha sido la hostia. ¿Cómo será llegar al orgasmo mientras practicas un cunnilingus? Sólo hay un modo de saberlo.
Se tumba invertida sobre la chica rubia, encaja sus piernas alrededor de la cabeza de la joven, introduce la suya entre las de ella y hacen el amor. Estaba en lo cierto. Si hace quince minutos ha llegado al Paraíso, un 69 con otra mujer te lleva a recorrer toda la Galaxia. Es tan potente el clímax que la sacude que acaba completamente mareada. Y feliz.
-¡Lo has logrado! ¡Lo has hecho! –exclama Rita radiante. Abro los ...
... ojos automáticamente encontrándome con los suyos que sonríen más que sus labios. –Has movido el dedo. ¿Lo has notado?
Niego con los labios en un gesto extraño que más bien suele expresar desconocimiento, pero ella insiste, apremiándome, venga hazlo de nuevo. Tiene razón, mi dedo índice se eleva la barbaridad de un milímetro. ¡Joder, qué afortunado soy!
Por más que Rita me anime, es una evidencia que he necesitado dos semanas para lograr movimientos mínimos de mi cuerpo. Únicamente mis párpados responden a la velocidad supuesta, aunque los labios cada vez se mueven con menor esfuerzo. Así que ahora, el siguiente paso en mi recuperación será martillear con mi dedo como si clicara un ratón de ordenador.
Pero mi cabeza está en otro sitio. Nunca hubiera imaginado que a la modosita Rita, pues aparentemente siempre ha sido más conservadora que Lola, le chiflaran los bollos. Empieza a gustarme este juego de los secretos, aunque lo de Lola se me ha clavado en el estómago.
Hablando del Rey de Roma, reina en este caso, por la puerta asoma. Preciosa, elegante, guapísima como siempre, aunque mancillada, pienso. Compartimos espacio los tres en que mi mujer se me lanza a abrazarme cuando Rita le comenta el último avance, con qué poco se contenta, pienso, hasta que nos quedamos solos. Comemos juntos, yo la papilla que ella misma me da, ella un menú de hospital, decente en su opinión que a mí se me antoja un manjar de dioses, mientras me cuenta la reunión de la mañana con unos ...