1. Mi hijastra rebelde ahora es mi perrita deliciosa


    Fecha: 21/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... noticia pero mal. Le habían dicho que yo había muerto. Asi que cuando ingreso al hospital le contaron que estaba vivo. Ella entró corriendo a mi habitación, había llorado mucho, se notaba en su aspecto, se me lanzó encima y me abrazó sin decir nada. Ya en casa, yo solo tenía golpes y contusiones, pero no podía caminar bien y la cabeza me dolía casi todo el tiempo. Krista se encargó de mi cuidado, yo no me lo esperaba, ella me cambiaba las vendas, me daba la medicina y en ocasiones cocinaba para mi , pues su madre, que era una experta cocinera, les había enseñado a ambas. Y la cuarta noche después de regresar del hospital, le dije que le agradecía todo lo que hacía por mi y que su mamá estaría orgullosa de ella. Ella me abrazó y me dijo que no quería perderme. Luego me dio un beso en la boca y salió de la habitación. Un beso que se volvió costumbre, todos los días (siempre que no estuviera su hermana). Cada día Krista me daba un beso en la boca y cada vez se tardaba más y más ese beso suyo que yo recibía, hasta que un día yo estaba cachondo (tenía más de un año sin relaciones sexuales) y cuando me dio el beso la jalé y la acosté a mi lado y ese beso fue de al menos unos diez minutos, entre labios y lengua, buenísimo. Luego ella salió sin decir nada de la habitación. Krista me llegaba a ver después que su hermana se despedía de mi en la noche. Asi ese último beso se repetía todas las noches. Yo la acostaba y yo de lado o encima de ella, la besaba. Conforme pasaban los días yo ...
    ... iba tocando su cuerpecito. Le metía la mano debajo de su blusa y le tocaba sus pezoncitos diminutos. Luego le subí la blusa y el sostén que era de elástico, y le chupé sus pezones, ella cerró sus ojos y gimió mucho. Luego a la siguiente noche no solo le mamé sus tetitas, sino le toqué su vagina, ella mojó mis dedos. Y lo mejor estaba por llegar. A las dos noches de eso, ella ya no llegó a despedirse en la noche, creí que se había molestado con algo. Asi que apagué la luz y me dormí. A la media hora, sentí que abrían la puerta de mi recamara y luego se metían en mis sabanas, era Krista, tenía puesto un traje de noche muy sensual, una playerita de tirantes, sin sostén e iba solo en braguitas, de encaje. Nos abrazamos, nos besamos mucho y como siempre le mamé sus tetitas. Pero ella me detuvo y se fue para abajo dentro de las sabanas, me bajó la pijama y sacó mi pene, y sentí su boquita engullendo mi verga, en menos de un minuto mi verga estaba empalmada, yo podía sentir como ella la chupaba y la metía y sacaba de mi boquita. Me hizo gemir de placer la pequeña. Lo hacía muy bien por cierto. Sentí su lengua pasar por mis bolas, eso hizo que vibrara mi cuerpo. Había poca luz en mi recamara. Terminó de mamar Krista y ahora fui yo quien le quitó toda su ropita. La puse acostada y ahora fui yo quien se deslizó entre las sabanas y entre sus piernas, comencé a comerle a rajita, era pequeña, con labios vaginales pequeños. La pequeña Krista en tres minutos comenzó a dar casi alaridos, yo ...