Conquista de una madurita muy apetecible
Fecha: 21/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... movimientos de cabeza, pero le insistì hasta que poco a poco empezó a hablar, hasta que medijo claramente, papito me gusta tu vergaaaa, no me sauqes tu vergaaaa, que rico me metes la vergaaaa, en fin varias frases pero siempre incluyendo la palabra verga y que rico me cojes.
Total que el placer no es eterno, por más esfuerzos hechos, finalmente estaba por eyacular y metiendosela hasta el fondo solte como 4 chorros de semen bien cargado y caliente, me salí de ella y nos recostamos.
Ella se recostó en mi pecho y como soy algo velludo no dejaba de acariciármelos jdesde mi barba hasta la verga, total que luego de un rato, me paré al baño, me di un regaderazo y volví a la cama. Amparo me abrazó y comenzamos otra vez, sin embargo en esta ocasión además de volver a excitarla con mis dedos, ya que ella no me permitió bajarme a besarla, me detenía, yo sí busqué acomodarme de forma que dejé mi verga ya semi parada a la altura de su cara y ella empezó a acariciarla con sus manos pero mñas se la pegaba a la cara hasta que le dio un primer besito apenas en el glande, insistí y fue abriendo la boca y comenzó a meterse mi verga, hasta que la engulló toda y me empezó a hacer una mamada riquísima, es más de esa vez en adelante una parte muy importante de nuestros encuentros eran esas mamadas, ya que se prendía a mi verga y hasta costaba trabajo separarla de ahí.
Ya por meterle la verga, me paró al ponerme el condón y me dijo que en verdad tenía mucho tiempo sin probar hombre, que ...
... acudía regularmente a su revisión y que ella estaba totalmente sana, que le metiera la verga al natural, que ansiaba sentirla así, se la metí y volvió a llegar en unas tres ocasiones seguidas, hasta que teniéndola con las piernas al hombro le empecé a untar el culo con sus propios jugos y sentí como se fue dilatando el mismo, metí hasta tres dedos y sus pujidos eran y amuy elevados, me salí, me puse un condón y le empecé a meter la verga por el culo. Si bien no entró de una, no fue tan difícil ya que conforme le iba metiendo paso a paso, su culito se abría y me recibía bien aunque en su cara se reflejaba una pequeña mueca de dolor, paré un momento como a media verga, hasta que Amparo misma se movió y se metió lo que sobraba, así que empecé el movimiento de entrada y salida muy firme y antes de venirme de esta forma Amparo nuevamente se vino y hasta le temblaban las piernas.
Me salí y después de un breve descanso nos quedamos dormidos como dos horas seguidas.
Nos bañamos y todavía aahí me volvió a mamar la verga aunque ya no me vine. Amparo me decía que la había hecho muy felíz, que antes no había cogido así, que ojalá esto se repitiera siquiera cada mes. Yo le dije que si bien no estaba en libertad de verla tan seguido como quisiera, si contara con que buscaríamos un espacio por lo menos cada dos semanas.
El primer año si bien no era cada dos semanas, si nos vimos por lo menos una vez al mes, teniendo unas sesiones muy alargadas y gratificantes de sexo muy a gusto, ...