1. Vacaciones en Merlo 1. Dos desconocidos en un micro


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... cálido beso, saborean sus lenguas, intercambian salivas, él le da piquitos en toda la cara, incluso en la nariz que al principio le pareció poco atractiva. Ella abre más las piernas para que él meta otro dedo en su sexo. Ahora son tres los que se entierran en ella, y Eugenia debe morder el hombro de Germán para evitar largar un grito. Luego siente que el calor que se acumuló en todo su cuerpo iba a explotar, se abraza a él, entierra su cara en el cuello, y él siente el cuerpo de la chica estremecerse, y una gran cantidad de fluidos vaginales le empapan la mano.
    
    Eugenia queda agotada, con la respiración entrecortada. Hace tres días, todavía de novia, no hubiese imaginado que un extraño la iba a hacer acabar en el asiento del micro, pero así era la vida, estaba llenas de sorpresas. Se da cuenta de que su mano todavía está sosteniendo el paquete de su compañero de asiento. Y entonces le baja el cierre. Él la hizo gozar y ahora le devolvería el favor. Germán baja su calzoncillo, y ella manotea la verga sacándola afuera. Está increíblemente mojada por el líquido preseminal. Se pregunta si acaso no habrá acabado él también, pero que más daba, si así fuese, ya está dura de nueva. Gira su cuerpo encima del asiento para recostarse de costado, se inclina, y se lleva la verga a la boca. Nunca había chupado una que ya tuviera tanto sabor a semen, pero le gusta. German siente como la humedad de la boca de ella envuelven su miembro, y comienzan a masajearle el tronco con la lengua. Él ...
    ... estira la mano para acariciarle el culo y descubre que sus piernas no son su único fuerte. Los glúteos son firmes y agradables al tacto, le levanta más la pollera y ahora le acaricia las nalgas desnudas. Ella no deja de mamar y Cuando mete y saca la pija de la boca se produce un sonido, como de chasquido, muy revelador. Sin embargo los demás pasajeros están en absoluto silencio, salvo por algunos ronquidos, y en todo caso a estas alturas ya no se detendrían ante nada. Con la otra mano él le acaricia la cabeza con ternura, como quien acaricia a un perrito faldero. Ahora es Germán quien se ve invadido por el calor, y aunque trata de aguantar más, ya no puede evitarlo y eyacula abundantemente adentro de ella. Aprieta sus dientes para apagar el grito que quiere salir de su garganta, produciendo un sonido similar al de alguien a quien están ahorcando. Eugenia se traga todo, y se toca el rostro para asegurarse de que ni una gota haya caído sobre él, luego se mete de nuevo la verga en la boca y succiona las últimas gotas.
    
    Finalmente duermen tomados de la mano. Al llegar a Río cuarto, él siente el impulso de bajar con ella, quizá pudiesen tener una linda historia de amor. Pero no se decide a hacerlo. Ella también fantasea, por un segundo, en un futuro junto a él, quizá debería darle su teléfono o su Facebook para que siguiesen en contacto. Pero tampoco se anima.
    
    Ambos se convencen de que sólo fue un encuentro fugaz. Agradable pero efímero. Se despiden con un chau, y luego, de ...