Me cogí el bello culo de la esposa de mi primo - Relatos Eróticos

Me cogí el bello culo de la esposa de mi primo

... besarla de nuevo, su boca, el cuello, sus tetas se las dejé bien mamadas de nuevo, bajé más y metiendo mis manso bajo sus nalgas la levanté para que su chuchita quedara fuera del agua y cerca de mi boca, asi que comencé a comerle su peludo coñito, poco a poco ella fue arqueando su espalda en señal de placer, yo también sentía en mi lengua sus jugos agridulces que salían de su rajita.  Entonces metí dos dedos en su chuchita y comencé a meterlos y sacarlos, salían llenos de sus jugos vaginales, puse la punta de lengua en su clitoris dándole un rico masaje sexual, los gemidos de Adela y su voz pidiendo clemencia a tan rico tratamiento no se hizo esperar -ya noo!, ayy ya no porfavor, ayy que rico!!-, la llevé a otro rico orgasmo.  Luego colocando nuestras toallas como colchón la puse encima y yo sobre ella y le clavé mi verga en su raja, la follé duro y profundo, ella me apretaba con sus piernas en los costados y nos dimos un delicioso agasajo por varios minutos, yo esperé todo lo posible, cuando apenas la oí gemir anuncia su posible corrida, yo aceleré y comencé a eyacular de nuevo otra buena ración de semen dentro de su chuchita, ella gimió y gritó clavándome sus uñitas en la espalda.  Yo me separé de ella hasta que mi última gota de esperma salió de mi verga.

Luego nos vestimos, nos fuimos rápido, pues a Adela le agarró la preocupación por su esposo.  Al llegar salió corriendo para la habitación y cabalmente como yo había asegurado, su marido estaba durmiendo como antes, ...

... solo que ahora con cuernos.

Ese día para la cena.  Ya mi primo despierto, algo mareado aún.  Adela y yo solo cruzábamos miradas toda la noche. 
Al otro día.  Algunos habían alquilado unas lanchas o botes para ir a altamar a nadar y pescar.  El marido de Adela, le avisó a Adela y ella se negó a ir, diciendo que se marea fácilmente y que no sabe nadar.  -pero ve tú amor, gózala, ve con tus primos-.  Ella se quedó, yo también.  Ella estaba en su habitación y yo en la piscina platicando con algunos familiares.  En eso, como compartimos números telefónicos, ella me envió un foto de su parte trasera, donde lucía un traje de baño tipo hilo dental, apenas le tapaba el ojete, sus dos buenas nalgas al aire libre.  Me puso -se te antoja?-.  En la casa habíamos ya pocas personas.  Asi que con la excusa de ir por una cerveza adentro, tomé para la habitación de Adela y del primo, abrí y allí estaba ella acostada, dándome la espalda, semiacostada, solo con su traje de baño.  Cerré con pasador la puerta, me desnudé, pues mi traje de baño iba mojado, me subí a la cama por los pies,  comencé a besarle sus pies, los lamí, luego subí por su pantorrilla y sus muslos, hasta llegar a su bello trasero, le mordí y lamí suavemente todas sus nalgas, luego le hice a un lado su hilo dental y divisé su ojete del culo, ella encogió una de sus piernas para mostrarmelo mejor, asi que comencé a lamer su orto, con la punta de mi lengua, le hice varios pequeños circulos y luego se lo lamía con fuerza como ...