1. Fuego sobre el mantel


    Fecha: 22/04/2022, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Rolo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... todos lados.
    Ya sus actos sexuales conmigo estaban rozando lo carnal profundo. Por ejemplo, una noche en que había terminado de hacer el amor que con su mamá, Rebeca, luego de chuparme bien mi sexo, se subió encima de mí y con su vagina muy mojada, rozó mi pene hasta estallar en un orgasmo bestial. Pero no hubo penetración, aunque yo quería y no la obligué y ella también, pero tuvo miedo.
    Entonces aquel verano no dio más y se lanzó a ser desflorada por el hombre que amaba y con el cual venía practicando el sexo casi todas las noches.
    Fue en el parque. Mable se había ido a ser unas compras. Antes nos sacudimos fuerte sobre la mesa del lavadero, yo siempre arrancaba la acción, la vi metiendo la ropa en el lavarropa, agachada y me acerqué de atrás y le bese las nalgas, ella se dejó hacer, era mi luz verde, porque si Mabel no quería, me paraba al instante, ese era nuestro código. Entonces yo arranqué a correrle la bombacha, lamerle la vagina y el ano, mientras la acariciaba los pechos, ella gemía y hacia la cola para atrás, como pidiendo más lengua. Rebeca siempre era testigo de estos actos detrás de alguna cortina para que su madre no la viera pero en evidente exposición para que yo la notara. Entonces, yo sumergido entre las nalgas de su madre, seguía chupando y mirando a Rebeca cono señal que ella era la próxima, Esto la ponía a mil, como cuando era una niña de quince años y ya tenía orgasmos mirando la acción entre su madre y yo.
    Luego de un rato y dos orgasmos de ...
    ... Mabel, mi esposa, se arrodillo en el piso de lavadero y sacó mi pene de su bóxer y lo devoró con ganas. Estaba enorme, latía, humeaba, chorreaba líquido. Mabel estaba babosa, gemía y pedía semen. Pero yo no se lo quería dar así. Rebeca miraba y se masturbaba detrás de la cortina. Entonces, la levanté a Mabel del piso, la puse de espaldas y la penetré contra el lavarropas. Ella tenía orgasmos intensos, yo estaba por acabar. Ahí la volví a poner de rodillas, de espaladas a la cortina por donde miraba Rebeca y le eché todo el semen en la cara. 
    Fue increíble la manera de acabar. 
    Después como dije, ella se fue comprar y me quedé solo con Rebeca que estaba prendida fuego.
    Yo quedé en bóxer, recostado en la reposera. Intuí que Rebeca estaba esperando a que la llame; y la llamé. 
    No tardó en llegar. La tomé suavemente de la cintura y la besé con amor en su boca de fuego. Estaba que ardía, no perdió tiempo y agarró mi pene con una mano y comenzó a masturbarlo. Yo le correspondí debajo de la falda que traía puesta, para mi sorpresa no traía bombacha. Me susurró al oído que estaba lista, no dijo nada más. Sentí su vagina totalmente mojada, mi pene ya estaba activo otra vez.
    Se sentó sobre mi falda sin dejar de besarme intensamente y con sus brazos sobre mis hombros, me pene rozaba su vagina, con una de mis manos tomé sus pechos y los acaricié, con la otra mano, acariciaba su ano, nalgas y vagina. Me pidió que la desflore.
    Entonces, con mucho cariño, puse mi pene en la entrada de su ...