Mi compañero de trabajo me hizo su perra. - Relatos Eróticos

Mi compañero de trabajo me hizo su perra.

... Dijo – Mejor porque yo soy activo pero ya aprenderás que los roles no son tan fijos a mi me gusta chupar una buena verga pero no me gusta ser follado, me gusta follar tíos pasivos como tu.
Yo no salía de mi estupor por el cariz que habían tomado los hechos pero había algo cierto, sentía la verga a punto de explotar, rápidamente el sacó mi verga erecta fuera de mi pantalón y cuando me di cuenta ya le tenía dentro de su boca y sentí la calidez de su lengua en la cabeza de mi pene, no podía resistirme. Tiró de mi pantalón y este bajó hasta mis rodillas, levantó mi pene y empezó a besarme los huevos mientras me masturbaba suavemente, nadie antes me lo había hecho de aquella forma.
-	Ohhhhhhhhh…… por favoooorrr aaaaahhhh
De golpe paró y me dijo:
-	Bien, ya ves cómo te gusta. Te gusta o no?
-	SSSi…. – Le contesté con vergüenza.
-	Bien, si quieres que siga deberás hacerme caso en todo lo que yo te diga, serás mi perra, mi zorra, mi puta. Me dijo.
Yo ardía de deseos de que siguiera chupándome, me sentía curioso y excitado.
-	Si. Le respondí.
-	No, no, dilo. Seré tu zorra, lo que tu quieras. Me dijo en tono imperioso.
-	Seré tu zorra, haz lo que quieras. Le respondí.
Muy bien, sácate toda la ropa - Me dijo mientras buscaba algo en el armario. Yo me empecé desnudar con mucha timidez y vi que el tiraba arriba de la cama un hilo rojo diminuto y un baby doll. -Termina y ponte esa ropa de zorra. Sus órdenes tenían en ese momento como un efecto hipnotizante sentía que no podía ...

... desobedecer y tampoco tenía ganas de hacerlo. Me terminé de desnudar y me puse el hilo, lo sentí hundirse entre mis nalgas y rozar y apretar mis huevos, también me puse el Baby Doll y el suave satén de la tela me puso muy empalmado, para mí era algo nuevo ponerme ropa de mujer, me sentía muy excitado y avergonzado. Mi pene escapaba erecto y me quedé parado tapándome la erección con las manos.
-	Venga, no seas timida Ariel. Estas hermosa con esa ropa. Yo estaba parado y Miguel sentado en la cama mirándome lascivamente, a su lado tenía un pomo de gel y un vibrador monstruoso como de 20cm de largo y como de 6 cm de grueso imitación de uno de verdad. – Venga, déjame ver, date la vuelta.
-	Le obedecí.
Me di vuelta dándole la espalda.
-	Mmmmm…. Que rica cola- Me dijo mientras me tocaba las nalgas por encima del Baby Doll.
Lo levantó corió el hilo y me separó las nalgas con fuerza.
-	Que rico ano. Estrecho. Cerrradito. Virgen.
Comenzó a sobarme las nalgas, me daba palmaditas, besos y me lamía, me encantaba lo que sentía y trataba de ayudar sacando la cola hacia atrás, se fue acercando de a poco y sentí su lengua haciendo círculos en la puerta de mi culo, me metía la punta de su lengua en el ano como si me estuviera cogiendo con ella, yo no cabía en mí de placer, nunca había sentido algo igual, pensé que nada podía ser más rico pero tras unos segundos de quietud sentí que me pasaba gel en el ano y me metía los dedos resbalosos en el culo, me puso mucho de ese gel y yo me dejaba ...