Angie 1
Fecha: 03/05/2022,
Categorías:
Primera Vez
Tus Relatos
Autor: Darkghostwritte, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... luego cuestionar sorprendida los avances del vejete, pero realmente estaba excitadisima de sentir esas viejas manotas disfrutando de su delicada y suave piel, haciéndole sentir ese raspadito que le daba escalofríos y le causó sensaciones inexplicablemente maravillosas.
Tranquila mi niña, solo quiero sentir su piel… uhmm qué suavecita eres, pareces una bebe…le dijo cerca del oído con una voz cargada de lujuria y perversión, haciendo que la colegiala se estremeciera de las ricas sensaciones que le hacía sentir el viejo zorro.
¡Ay! don Felino, no haga eso… que me hace cosquillas...reconoció torpemente la dulce jovencita dentro del nerviosismo, ignorando que su inocencia enardecía aún más al exaltado conserje, pero estaba demasiado vulnerable, era la primera vez en su vida que sentía calentura, nunca había sentido algo así de intenso con los chicos de su edad, por eso no paso realmente de los besos.
¡Uff qué cinturita tienes!, moviendo una de sus manos hacia el liso vientre de la jovencita, el cual comenzó acariciar suavemente, casi rozandola con las yemas de sus agrietados dedos, disfrutando de la desquiciante suavidad y tersura de la piel, logrando que la chiquilla experimentará unos ricos escalofríos producto de las rasposas manos.
¡Uhmmm don Felino por favor suélteme, me está poniendo nerviosa, reclamó sumisa y sin mucha convicción, mientras intentaba detener los lujuriosos avances del viejo conserje, que la apretó nuevamente de la cintura de manera ...
... dominante, apresando su cuerpo con fuerza entre sus viejas manos, obligándola a apoyar sus manos sobre el mueble de cocina para equilibrarse del brusco movimiento.
El maduro dominado por la calentura acercó su panza a la espalda de la muchachita haciendo que se arqueara y que por consiguiente sus nalgotas se alzarán dentro de las calza, momento que el viejo aprovechó para apoyar su dura erección sobre los descomunales cachetes de Angie, haciéndole sentir toda su calentura a través de su miembro viril.
¡Uhmmm siente como me pusiste pendeja puta...
¡Aaaaah nooo!!, ¡uhmm don Felino ya basta, déjeme por favor!!, pidió la desesperada jovencita, que seguía resistiéndose a pesar de las poderosas emociones que se estaban desatando dentro de ella, estremeciéndose internamente por la manera que la estaba llamando “puta”, esa palabra que tanto la había alterado, despertando intensas y potentes sensaciones debido a que nunca antes habían sido exploradas, experimentando una excitación que la asustaba.
No podía creer que un viejo como don Felino le estuviera apoyando el trasero con tal descaro y perversión, restregando su enorme bulto sobre sus deseadas pompis, el cual se empezaba a mover descaradamente por encima de sus nalgas, en ese momento sintió culpa de haberlo provocado, en ese mismo instante sintió un calor infernal que se transformó de pronto en vergüenza absoluta, de manera instintiva apretó aquellas enormes montañas de carne para cerrarlas y protegerse de la ...