1. Los limoneros III


    Fecha: 27/07/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... esa cena podía ser de etiqueta, seguí mi instinto y recordé como solía vestir Alberto, no iba a cambiar de ser él por una cena. Un pantalón vaquero ajustado gris perla, camisa con dibujos en la pechera y chaqueta hasta las nalgas. Seguro que Miranda se escandalizaría pero vendría a abrazarme y decirme lo guapo que estaba su sobrino. Miré por la ventana, no escuchaba los silbidos de Raúl, pasaba el rastrillo recogiendo los limones caídos debajo de los limoneros, alguno dañado, todos para tirar a la basura. Dejo el rastrillo apoyado en un árbol y se agacho para recoger uno, amarillo y brillante y se lo llevó a la boca. El gesto de desagrado que le vi me hizo reír, tan fuerte que me escuchó y miró hacia la ventana. Se encaminó hacia la casa y baje las escaleras corriendo para abrirle la puerta. -¿Ácido? -¡Ahhh! Amargo, voy a beber agua a la cocina. -le seguí sin contener la risa y así seguía mientras él bebía enterrando la cabeza debajo del grifo y abriendo la boca como cuando éramos críos, se secó la boca con la manga de la camisa y se detuvo a mirarme. -Vas muy…, muy… -le animaba con mis ojos a que hablara. -Venga Raúl, dime lo que nunca te he escuchado, dime que me ves guapo, deseable, bonito, por favor, dime que alguna vez te he gustado. -Bien vestido para una fiesta. -no sabía que pensar, siempre sería igual de bruto. Se comenzó a mirar las manos duras y ásperas y las mías blancas y finas. -Me gustaría invitarte a salir el sábado, si lo tienes disponible. -¿A cenar y ...
    ... bailar? -Bueno…, lo que sea, comeremos algo, siempre hay bares. -Te verán tus amigos y conocidos acompañándome. También podemos quedarnos aquí, Matilde nos prepara la cena y tan contentos, ¿no te parece? -No me importa, ya no. El otro día ibas muy contento con tu acompañante, pero no te voy a forzar, si no quieres salir conmigo lo entiendo. -Bien, pues será como tu quieres, saldremos el sábado. -no estaba convencido de que fuera real lo que pasaba, a Raúl no le importaba que sus amigos le vieran conmigo cuando antes me ocultaba y además tenía celos de Alberto. ————————————— Pasé por la casa de mis tíos para ir juntos al hotel, y como imaginé a Miranda le encantó como me veía vestido. -Estas precioso, brillante y juvenil. -siempre me ponía contento. -A su edad yo llevaba pajarita y me decías lo mismo. -Luis se hacia el ofendido. En la cena había de todo y no desentonaba con la juventud que, a decir verdad, escaseaba. Alberto estaba hablando con un hombre como de treinta y cinco, alto y moreno, se le observaba una incipiente calvicie y resultaba atractivo, interesante y con algo enigmático en su cara. Alberto me hizo un gesto de saludo y habló con el otro hombre que me miró y puede ver su blanca dentadura enmarcada en la oscuridad de su piel. Me olvidé momentáneamente de ellos, atendiendo a las presentaciones que me hacían mis tíos hasta que tuve delante de mi a Roberto que me presentó a su mujer. En un momento que mis tíos se alejaron me vi solo. -¿Cristian, no? -a mi derecha estaba ...
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