1. Mi tío


    Fecha: 28/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... supernerviosa pero a la vez muy agitada, llena de curiosidad por ver que pasaría.
    
    Y mientras decía esto apretaba su mano sobre mi falda tocando mis nalgas duras aún intocadas por nadie, cuando noté que metía la mano bajo mi falda me tensé como un palo y fui incapaz de moverme: en realidad, no quería que dejara de hacerlo, pero a la vez me daba un poco de miedo. Su mano fuerte buscó dentro de mis braguitas rosas, y noté como sus dedos firmes acariciaban mi culo arriba y abajo, aprentando mis nalgas, hasta que deslizó hacia delante despacio y acarició mi sexo por encima haciéndome estremecer de arriba abajo.
    
    No se ni como pude hablar, porque estaba sin voz, pero le dije aquello y me quedé inmóvil mirando las joyas aquellas como si de verdad me importasen ya...
    
    Sus dedos manoseaban suavemente mi sexo metiendo un poco su dedo índice entre mis labios mayores, y no se cómo pero empecé a sentirme mojada y a sentir unas cosquillas increíblemente placenteras allá abajo, me temblaban las piernas cuando el dedo de mi tío Pablo se introdujo suavemente en mi sexo acariciando rítmicamente.
    
    Cuando me giré vi con sorpresa que tenía la bragueta de su pantalón abierta y su sexo erecto en la mano, nunca había visto una polla como aquella, tan dura, tan morena, la tenía en la mano acariciándose y casi sin darme cuenta me dejé arrodillar por mi tío entre sus piernas.
    
    Me metí en la boca la punta de su polla, estaba caliente y dura y empecé a chupar un poco, pero aquella verga tan ...
    ... grande me hacía atragantarme y aparté la cara a punto de que me diese una arcada, por primera vez estuve tentada de dejar aquelloy marcharme corriendo de la tienda, pero como si mi tío se diese cuenta, me puso de pie muy cariñoso y me cubrió de besos la cara.
    
    Me bajó las braguitas muy suavemente, y cuando me las hubo quitado, me aupó en sus brazos hasta sentarme encima del mostrador, y levantándome la falda separó mis piernas despacito y agachándose le ví hundir su cara entre mis muslos. Entonces creí morirme de placer, su boca besaba mi sexo que estaba caliente y cada vez más húmedo, notaba su lengua lamiendo mis labios y mi clítoris una y otra vez, hundiendo la punta de su lengua en mi sexo, y yo no podía parar de gemir muy bajito sientiendo que me moría de placer y de gusto, agarrando la cabeza de mi tío como si quisiera darle más impulso, y en unos minutos noté que me corría en su boca despacio y con un gemido de placer.
    
    Le dejé hacer, él me tumbó boca abajo en el mostrador de forma que mi vientre y mi pecho quedaba sobre el cristal del mostrador, y él podía levantar mi falta y dejar al descubierto mi culito así, en pompa, temblando de placer aún, entonces noté que volvía a bajarse la cremallera del pantalón y su erecta verga acariciaba la entrada de mi sexo arriba y abajo, aún humedo y caliente, hasta empezar a meter la punta muy lentamente.
    
    Mientra hablaba iba metiendola más y más y tenía razón mi tio, no me dolió nada, fue maravilloso notar como entraba en mí ...