1. Cornudo consciente


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Poesía Erótica, Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... los tipos también tenían algo de nerviosismo, seguramente incómodos por la situación, imaginé que no debería ser fácil solo desnudarse y coger mientras un extraño te observa, casualmente Gretel parecía la más locuaz y desinhibida por la situación que lejos pasaba de ser una situación normal.
    
    Después del postre, ella nos pidió permiso a los tres hombres para ponerse un tanto más cómoda, la vi perderse de mi vista ingresando a nuestro dormitorio, minutos después apareció como una puta barata, montada en sus zapatos de finos y altos tacos, casi desnuda, con una increíble tanga fucsia perdida en su sexo, con su enorme culo al aire, apenas cubierta por un baby doll transparente bajo el cual se dibujaba la perfección de sus pechos.
    
    Tuve una erección inmediata, por verla a ella, por sentirlos a ellos, mi esposa caminó desfilando como zorra, sacudiendo sus caderas de lado a lado, vino sobre yo estaba y apretando fuerte mi pija dura me dio el beso más dulce que jamás me hubiera dado para luego abandonarme e ir a sentarse sobre las piernas de Gustavo al que empezó a besar apasionadamente en la boca, profundo, bien profundo, las manos del tipo comenzaron a manosearla, tocando su piel, sus tetas, su culo, luego fue sobre Marcelo para hacer exactamente lo mismo con él, para mí todo era raro, era nuevo, era erótico…
    
    Ella siempre con la iniciativa dijo
    
    Chicos, vamos a la pieza, quiero coger…
    
    Fue por delante, yo por detrás de todos, ellos se desnudaron y ella esperó ...
    ... expectante, y yo callado a un costado.
    
    Como una buena puta, porque eso es lo que sentía, se arrodilló entre los tipos, al medio, tomó sus vergas una con cada mano y tras masturbarlos por unos pocos segundos consiguieron una perfecta erección, mi esposa comenzó entonces a besárselos, a chupárselos, a un lado, al otro, derecha izquierda, como en la mejor película pornográfica podía ver su lengua perderse entre los dos glandes que juntaba para saborear al mismo tiempo, me costaba dar crédito a lo que veía, perdido en una amarga satisfacción, ella no era solo una mujer, ella era MI mujer!.
    
    Entonces dejó que ellos la penetraran por la boca a sus antojos, Gretel aun arrodillada llevó una mano a sus pechos y la otra a su vagina, corriendo la tanga a un lado la vi masturbar con frenesí su clítoris enterrando al mismo tiempo sus dedos en su hueco, su argolla regordeta perfectamente depilada resaltaba en la penumbra del cuarto.
    
    De pronto la arrastraron sobre la cama, la desnudaron por completo, Marcelo se perdió entre sus piernas abiertas para comerle la concha, al mismo tiempo que con sus fuertes manos le apretaba las tetas, Gustavo a un lado jugaba arrastrando su verga por el rostro de mi amada, por sus labios, por su nariz, por sus mejillas, por su boca, ella estaba totalmente entregada jadeando como perra, creí darme cuenta que ya no recordaba que yo estaba presente, pero de repente me dijo:
    
    Te gusta? te gusta ser cornudo? te gusta ver como otros tipos se cogen a tu ...