1. Patito feo


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Gays Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    ... merecía más. ¿Qué era más? ¿Una mujer hermosa? Ella lo era, pero su belleza era tan grande que yo había sido incapaz de verla, estaba dentro de ella y no en su piel...
    
    Según cerramos la puerta de la habitación de la niña, seguí el indómito impulso de besarla. Ni siquiera pensé en que pudiese rechazarme, simplemente lo hice. Y al sentir que ella me correspondía, que su boca y su lengua se unían con las mías, me sentí el hombre más dichoso del mundo.
    
    La ropa fue cayendo por el suelo del pasillo mientras nos dirigíamos atropelladamente hacia mi habitación, besándonos y acariciándonos todas aquellas partes del cuerpo que éramos capaces de alcanzar, hambrientos el uno del otro.
    
    Caímos sobre la cama, yo encima de ella. La arranqué casi con desesperación la poca ropa que le quedaba encima.
    
    Cerré los ojos y al volver a abrirlos por algún maravilloso espejismo volvimos a tener dieciséis años. Parecía que ella me perdonase todas las faltas del pasado y me estuviese permitido volver a vivir lo que pude tener cuando teníamos aquella edad.
    
    La besé como nunca ...
    ... había besado a nadie, todo el amor que había guardado durante años porque no sabía a quién tenía que dárselo, salió a chorros por medio de aquellos besos. Mis manos eran como llamas ardientes que necesitaban el continuo contacto de su piel para apagarse.
    
    Casi no puede describir lo que sentí cuando entré en ella. Miles de sensaciones recorrieron me recorrieron por completo y sentir que ella me correspondía hizo que por primera vez supiese lo que era la felicidad absoluta.
    
    El orgasmo nos alcanzó con pocos segundos de diferencia. Estalló dentro de ella todo el volcán de mi pasión en erupción mientras ella me aprisionaba en su interior entre espasmos y convulsiones...
    
    Cuando por fin descansé apoyando mi cuerpo sobre el de ella. Me abrazó con fuerza y me susurró al oído...
    
    —Por fin te tengo, yo que siempre te he querido...
    
    Lloré como un niño. Lloré por mi estupidez, por el tiempo perdido, y sobre todo por el daño que yo había hecho a aquella mujer. Desee vivir muchos años sólo para poder compensárselo todo y darle las gracias por aquélla nueva oportunidad... 
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