Daira: La chica de 1.95m y 34DD - Relatos Eróticos

Daira: La chica de 1.95m y 34DD

... por el pasillo, saludando simpáticamente. "- Hora de probar..." mencione, ambas llevaron sus cabellos hacia atrás con un tierno movimiento de manos, primero acaricie el seno izquierdo de la chica de piel mas blanca, del traje rosa, después sostuve el seno derecho con mi mano derecha, el de la morena, ambas miraban con sonrisa mi respuesta, como un examen se precisión, apreté y sacudí ligeramente los senos de ambas. Definitivamente concluí: Las tetas de la mujer mas blanca de traje rosa, eran mucho mas suaves, la de la morena también lo eran, solo que un poco mas fuerte.

 Encontré al virar por el pasillo a una escalera, una dulce damita que había mirado hace tiempo, con un par de senos suaves a la perfección, quién notó mi mirada caer en su escote como un imán, "- Son naturales" preciso salir desde su boca con una melódica voz. Su estatura era alrededor de 1.65m, bajita a comparación de lo que tenía aspirado conseguir esa noche, cualquier diría que podría haber sido mi par perfecto al yo medir también 1.65m, pero controlé mis emociones e instintos a seguir deambulando entre los pasillos tocando otras mujeres, una forma de encender la ferocidad en mi interior. Volviendo a la chica de la melódica voz, su complexión era delgada, piernas delgadas y un abdomen muy lindo, no pude notar mucho sus nalgas, pues llevaba una falda azul oscura y daba la espalda a una columna, pero mi atención estaba lo suficientemente puesta en sus senos, ambos muy asimétricos y relajados, notaba ...

... como colgaban a una perfecta altura: primero tome con mis manos sus pechos por arriba de un top negro a tirante que llevaba puesto, juntandolos y así notando su suave fragilidad pero también su peso, decidí atreverme a meter mi mano izquierda por debajo de su top, que sin ninguna negación, encontré escondida, una delicia de experiencia para mi mano izquierda, literalmente, la piel de su teta se arrastraba por debajo de la tela mientras hundía mi mano, necesite la derecha para no incomodar su sensación al paso de mi mano hasta llegar a un redondete y grande pezón. 

 Continué explorando minuciosamente, cortejando, acariciando y apretando todo tipo de nalgas y senos en diferentes mujeres (contabilicé haber tocado a 45 mujeres aproximadamente), unas altas, blancas, morenas, rubias; con diferentes cuerpos, delgaditos y dulces como si unas jovencitas de 16 años parecieran, nalgas y tetas regordas, mazisas y otras mas pequeñas, tiernas y suaves, cada mujer con una mirada y actitud diferente, tiernas, alegres, con luz y cierta ausencia alguna que otra, expresivas y chispeantes. 

 No fue hasta que para la mitad de mi recorrido encontré a Daira, una mujer que conquistaba la atención de cualquiera, ¡por su increíble estatura de 1.95m! Carajo, pensé, es un monstruo de mujer, un par de piernas sumamente largas, una tanga negra con nalgas no muy pronunciadas pero, debajo de su brasier un par de grandes tetas, que al ver como se hundían dentro de su mismo brasier, asimilé según mi ...