1. Despues de que se la metí por el culo para no pecar, esta vez por el chocho


    Fecha: 11/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... quería coger, su respiración se había acelerado, su boca entre abierta. Con su apenas 146 de estatura me miraba hacia arriba, aunque yo no sea tan alto, pero mi 170 me hacía ver gigante ante su frágil cuerpo. No podría decir que inició primero, porque casi fue al mismo tiempo. Nos abalanzamos uno al otro y cómo si quisiéramos respetar las pertenencias familiares no nos besamos en la boca, me enfoqué en lamer su cuello, su pecho. Mi lengua recorría todo aquello que me permitía ese vestido holgado que usaba. Ella igual besaba mi pecho ya que su primera acción fue quitarme la camiseta que andaba, sus manos sin embargo se habían enfocado en tocar mi bulto que ya parecía tienda de campaña. – Sii sii sii – decía con voz apenas audible –estás grave mi hijo. Pero yo te voy a curar bebe. Yo te voy a dejar como nuevo amorcito. Alguien que nos viera de afuera quizá hubiera pensado que ella me estaba violando, su manera de moverse era tal que pareciera que yo iba a escapármele. Sin dejar de besar mi pecho se había apoderado de mí verga con la mano derecha y no la soltaba, para su comodidad yo mismo me baje los pants a las rodillas porque adivine que quería mamármela y eso hizo. Chupaba con cierta maestría más que ayer, quizá por la confianza de ser la segunda vez con mi tranca en su boca. Engullía hasta donde podía y sin dejar de verme se la sacaba como si gustara saborear cada centímetro, luego otra vez y así una más y otra más. Me gustaba tanto ver cómo esa pequeña boca se tragaba más ...
    ... de media verga sin perder esa mirada de mujer satisfecha por el rabo que tiene. Supe que había que emparejar la cosas, me tenía al cien, pero quise darle una chupada de chocho que recordara siempre. Le quite el vestido y ese calzón nada sexi de señora mayor. También me desnudé empujando mis ropas con los pies a cualquier lado, totalmente desnudos los dos. Le bese los pechos, chicos como niña de 12, duros quizá a consecuencia de que nunca amamantó a ninguno de sus 2 hijos, la sentí acalambrarse al contacto de mis labios en sus pezones emitiendo el más rico ahhh de gozo que yo pudiera escuchar. Busque su chocho y pude sentir cuan excitada estaba. Mi dedo medio se encargo de recorrer entre sus labios vaginales , de atrás hacia adelante, el clitoris. Fue entonces cuando le pedí que se girara y que se sostuviera con las manos sobre el poyeton (Cocina de leña) y así yo poder chuparle el chocho desde atrás. Me engolosine, porque a fuerza de ser flaquita era poco lo que podía esconder y yo podía comerme su almeja a placer, succionándole aquellos jugos que sabían a hembra madura. Tía Fátima parecía haber perdido el juicio, sendos quejidos emanaban de su boca. Los ojos cerrados, la espalda arqueada, el ojete mismo del culo abriéndose y cerrándose vez tras vez. Todo en ella era excitación al máximo, así lo supe y esta vez con la punta de la lengua recorrí desde el encharcado chocho pasando por el canal de su culo, deteniéndome unos segundos en la entrada de su ano para luego seguir de ...