1. Susana, la guarrilla de mi instituto (Parte 4)


    Fecha: 12/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Después de despedirse del encargado y subir a casa, Susana se dio una buena ducha. Su amiga le preguntó qué tal le había ido el día, aunque ella no oía nada con el ruido de la ducha.
    
    El agua caía sobre ella y mojaba sus pechos y sus pezones que empezaron a ponerse erectos. Se acordó de la polla del encargado. Cómo se la había chupado y cómo se había corrido y como ella no había disfrutado, comenzó a masturbarse.
    
    Su amiga pudo oír desde fuera como gemía. Al cabo de un momento ella también se había puesto cachonda de oír a Susana y al final acabaron las dos masturbándose. Susana en la ducha y Mónica, que así se llamaba su amiga, en el sofá.
    
    Lo mejor de todo fue que ambas llegaron casi al orgasmo a la vez, pero cuando Susana salió de la ducha, Mónica ya había terminado y estaba limpiándose su coño, mientras Susana se secaba y tal vez, por cortedad, ninguna dijo a la otra lo que acababan de hacer.
    
    Susana estaba muy cansada, por lo que después de ducharse, se fue casi directamente a la cama.
    
    Mónica se quedó viendo un rato más la televisión y al rato se quedó dormida en el sofá. Ahí se despertó al día siguiente.
    
    Susana se despertó pronto y tras desayunar, se fue a comprar. Después se pasó por la secretaria de la universidad donde quería estudiar economía.
    
    Llamó a la puerta.
    
    —Pase, le dijeron desde dentro.
    
    Entró y vio a un señor de unos 45 años. Era alto y bastante guapo. Cuando empezó a hablar, su deseo se encendió.
    
    —Quería información para poder ...
    ... matricularme.
    
    —¿Cómo te llamas?
    
    —Susana.
    
    —Bien Susana, ¿cuándo terminaste la selectividad?
    
    —Hace un par de meses. Solo que el examen lo hice en otra ciudad.
    
    —No debería haber ningún problema. ¿Cómo se llama el instituto donde terminaste tus estudios?
    
    —Instituto Ramón y Cajal.
    
    —Voy a consultar tu expediente.
    
    Tecleó un rato en el ordenador y finalmente confirmó que todo estaba correcto.
    
    —Bien, ahora que he comprobado tus notas del instituto y selectividad puedo comentarte que carreras podrías estudiar.
    
    Imprimió una hoja y se la mostró.
    
    —Tienes todas estas según tu nota.
    
    Susana echó un vistazo por encima, aunque ella ya sabía que quería estudiar.
    
    —Economía me gusta, le dijo.
    
    —Bien, en este caso la matricula son 200€. Con esto ya podemos empezar.
    
    Miró su cartera, pero vio que solo tenía 50€.
    
    —Mire, lo siento pero solo llevo 50€ y quería matricularme cuanto antes.
    
    —Ya, pero son 200€. La secretaria cierra a las 2 y vuelve a abrir a las 4 y media. Puedes venir luego. No hay ningún problema.
    
    —Pero, ¿no podría hacer una excepción?
    
    —No, no es posible. Tienes tiempo de sobra.
    
    Hizo que se la caía la hoja y dejó ver sus pechos a través del escote. El hombre no se inmutó.
    
    Volvió a poner la hoja sobre la mesa y entonces hizo un movimiento con su pierna que cruzó sobre la otra y su falda se abrió dejando ver su coño. No llevaba bragas.
    
    El hombre tragó saliva, y se sentó mejor en la mesa.
    
    —¿De verdad que no puede hacer ...
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