1. Natalia 1. Por la ventana


    Fecha: 13/08/2018, Categorías: Jóvenes Autor: dnpaxbobo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola a todos, me llamo Natalia y quiero contaros una historia. Espero que os guste:
    
    Empieza cuando estaba yo en 4º de ESO, tenía 14 años. Vivía con mi madre, mi padre y mi hermana mayor, que tenía 16. Mi padre era transportista, con lo cual estaba poco en casa, y cuando estaba era sobre todo por la noche y casi no le veíamos y mi madre trabajaba de funcionaria a media jornada de mañana.
    
    En esa época, como no habia mucho que estudiar, o estaba en ballet (una de mis grandes pasiones) o salía casi a diario con mis amigas, y de estas a la que más veía, por comodidad más que por otra cosa, era a Lara. Vivía en el piso de enfrente. Yo en el 3ºA y ella en el B. Iba mucho a su casa, ella a la mía menos porque yo no tenía tele por cable y ella sí, y como nos gustan mucho el cine nos pasábamos horas y horas en su cuarto viendo películas. Vivía con sus padres y con su hermano. Su padre era carpintero y su madre ama de casa. El hermano, que se llamaba David, era dos años mayor que ella y estaba en el último curso de bachiller. A mí nunca me había llamado mucho la atención pese a que su cuarto estaba justo en frente del mío y, como el patio era muy pequeño nuestras ventanas estaban bastante cerca. Pero el casi siempre tenía la persiana bajada y no solía verle. Era alto y delgado, aunque musculoso, ya que jugaba al rugby. Tenía los ojos muy oscuros y el pelo ondulado y un poco largo. Cuando iba a su casa la verdad es que no me hacía ni caso, ni a mí ni a Lara.
    
    Un día como otro ...
    ... cualquiera estaba con Lara en mi habitación cambiándome para salir y ella, que estaba cotilleando mi armario me dijo:
    
    -Hija Nata, tienes una ropa que parece la de una niña de 10 años. Mira esto por ejemplo, y cogió un top deportivo que ya hacía bastante que no usaba. – ¿Cómo puedes tener algo así? Tíralo ya anda.
    
    Después de esto siguió despotricando un poco de casi toda mi ropa interior y mi ropa de “salir”. La verdad es que a veces Lara era un poco cretina, pero en el fondo tenía siempre buenas intenciones y esta vez además tenía razón, en los últimos dos años mi cuerpo había cambiado radicalmente, siempre había sido muy delgadita y con pocas curvas, pero ahora había partes de mi que no reconocía: mis muslos, que antes eran flacos y larguiruchos, ahora habían crecido considerablemente, estaban mas tonificados y gruesos y muy firmes por el ballet. A mi esto me acomplejaba un poco, porque aunque a los chicos parecía gustarles, yo me veía un poco gorda de muslos. Además mi culo también había cambiado, antes lo tenía delgadito y casi sin forma y ahora sobresalía ampliamente por encima de los muslos. Era prieto pero grande en conjunto con mi cuerpo, y provocaba en mí figura que se asemejaba a una pera, ya que tenía los muslos, caderas y trasero generosos, pero mi cintura seguía siendo estrecha y fina, como siempre, al igual que mis hombros. Mis pechos también habían crecido, pero para esto estaba más preparada y además me gustaba, porque me parecían muy bonitos y femeninos. No ...
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