1. Natalia 1. Por la ventana


    Fecha: 13/08/2018, Categorías: Jóvenes Autor: dnpaxbobo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ya le echaré luego la bronca.
    
    Y dicho esto deje de probarme ropa, recogí todo y me fui a mi casa bastante enfadada.
    
    Pasé mala noche porque estaba nerviosa pero al final pude dormir.
    
    Al día siguiente llevé la ropa nueva a clase y noté que los chicos me miraban al pasar por los pasillos y que, en clase, les sorprendía apartando la vista rápidamente de mi tanga. No le di mucha importancia y la verdad es que me gustó la sensación.
    
    Al acabar el instituto fui a casa y encendí el ordenador. Estuve un rato hablando por tuenti con amigos cuando de pronto mi vista captó un movimiento. Procedía de la ventana. Era David, el hermano de Lara, que tenía la persiana abierta y estaba usando el ordenador. Yo le veía de perfil, estaba sin camiseta. Me pareció atractivo, puesto que estaba bastante musculado. Me aparté un poco para que si miraba hacia mi ventana no me viera y empecé a mirarle de reojo. Estuve un rato mirándolo, a veces sonreía o hacía algún gesto, pero por lo general estaba bastante serio. Cuando llevaba más o menos un cuarto de hora mirándole me fijé en que la manga izquierda de su camiseta se movía y que llevaba bastante rato con la mano izquierda bajada. No podía ver bien, ya que el bajo de su ventana justo llegaba un poco por debajo de su pecho, así que me alcé un poco y me puse de puntillas para tener mejor ángulo, y vi que tenía la mano izquierda metida dentro del pantalón, y que hacía un movimiento repetitivo y lento. Me fijé en la pantalla y, aunque no lo vi ...
    ... muy bien, creo que estaba viendo unas fotos en tuenti.
    
    No se por qué pero mientras le veía tocarse sus “partes” por debajo del pantalón empecé a sentirme, no se sí cachonda, ya que a esa edad no estaba nada familiarizada con esta sensación, pero si juguetona. Así que coloqué un espejo de forma que yo podía verle a él pero el no veía el espejo, me quite las zapatillas, me recliné en mi silla y subí las piernas encima de la mesa, lo justo para que si el miraba me viera los pies y un poco de mis muslos (todavía llevaba puesta la minifalda).
    
    No tardó mucho en fijarse en mí, pues al minuto de ponerme en esta postura vi por el espejito que me estaba mirando con cara de sorprendido. Yo me hacía la distraída y hacía como si escribía con el móvil aunque en realidad le estaba mirando de reojo con el espejo. Me di cuenta de que, aunque ahora me estaba mirando, no se había sacado la mano de los pantalones, y que seguía moviéndola. Esto causó en mí una sensación difícil de explicar: se me hizo un nudo en el estómago, sentía el corazón latiendo en mi pecho con mucha fuerza y noté un estremecimiento entre mis piernas.
    
    Un poco asustada por esta sensación nueva para mí, decidí parar y me incorporé en la silla para ponerme de pie. Al hacer esto me di cuenta de que, al haber estado reclinada en la silla la falda se me había subido bastante y la notaba justo un poco por encima de donde empiezan las nalgas. No sé como ni por qué pero lo siguiente que hice fue apoyarme contra la ventana de ...