1. TÍTULO. SOY UNA MADRE BISEXUAL Y FOLLÉ CON MI HIJO


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    TÍTULO. SOY UNA MADRE BISEXUAL Y FOLLÉ CON MI HIJO VESTIDO DE MUJER
    
    AUTOR. GALLEGO VERDE
    
    Me llamo Eva y soy una mujer viuda, que a mis 34 años vivo con mi hijo, Lolo de 18 y ambos tenemos una gran confianza. Soy bisexual y me gusta practicar el lesbianismo con algunas amigas íntimas y con mis hermanas: Carmen y Pili, dos bombones, la primera que tiene 30 años y la segunda 32.
    
    Yo veía que mi hijo siempre estaba rebuscando la mesilla en la que guardo mis braguitas, tangas y sujetadores, más numerosas medias muy sexys, pues de vez en cuando suelo echar algún polvo con un amigo ocasional, ya que donde haya una buena polla, me olvido de chochitos y tetas, y es que soy una ninfómana, venida a menos, ya que desde que murió mi marido, hace seis años, habré echado cinco o seis polvos, con hombres, y me habré comido un montón de coños en el mismo tiempo.
    
    Una tarde en que me encontraba muy nerviosa y preocupada, le pedí permiso a mi jefe y salí de la oficina ya que me dolía mucho la cabeza.
    
    Al entrar en casa, pensando que no había nadie, me quité los zapatos me despojé de la falda, la blusa y en tanga y sujetador me fui a hacer “pipi”, aunque lo pensé mejor y sabiendo que estaba sola, entré al baño completamente desnuda.
    
    Casi me quedé helada al ver a mi hijo vestido con mis prendas íntimas: sujetador, bragas y hasta unas medias. Como es muy guapo y algo femenino, parecía una mujer, ya que se había maquillado con colorete, rímel en los ojos y los labios pintados de ...
    ... rouge fuerte. Además lucía una peluca rubia platino mía y unos zapatos negros de tacón altísimo.
    
    —¡Qué susto me has dado, hija mía!—le dije excitadísima mientras le abrazaba contra mi cuerpo desnudo y le daba un beso en los labios, que luego se transformó en un “morreo” con lengua, que él no rechazó pues estaba aterrado al pensar que yo me había enfadado al verlo travestido.
    
    —Per..perdona ma…mamá. Me gustaría haber nacido mujer y cambiaría mi pene por un chochito como el tuyo, y por unas tetas tan gordas, pero preciosas y tan redonditas y suaves, me dijo mientras acariciaba mis pechos y jugaba con mis pezones que se pusieron erectos.
    
    —Hijo. Perdona la pregunta…¿Eres gay?
    
    —No lo sé, mamá. Te lo juro, pero estoy cansado de vestir de chico y de ser un hombre. Me gustaría salir a la calle vestido de mujer y luciendo zapatos de tacón. Me intriga mucho el mundo femenino.
    
    —Vamos a ver como es tu verguita y yo te diré lo que debes hacer, para ver cumplido tu sueño.
    
    Le bajé las bragas y vi que tenía un pene largo y grueso, que se metía entre los muslos para aparentar que tenía un monte de venus, en lugar de los atributos viriles. Eran tan apetitosos que me excitaron como mujer, olvidándome de que él era mi hijo.
    
    —¿Me dejas que te haga una pajita para ver si se pone tieso el penecito de mi hijito del alma?
    
    —Sí mamá, hazme lo que quieras. Quiero ser tu hija e irme contigo de comprar a una lencería, a una boutique y a una zapatería para adquirir mi ropa propia ...
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